In my veins

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Capitulo 2: In my veins

Oh, you're in my veins and i cannot get you out...
Oh, you're all i taste all at nigth inside my mouth.....

Pov Felipe

La observó dormir sobre mi pecho, con su cabello suelto a lo largo de mi torso y cayendo como una cortina por su rostro, sonrió completamente ebrio de amor y con suavidad libero un par de mechones para poder despejar su hermoso rostro.

Trazo cada una de las lineas de expresión de su rostro con mi dedo indice, es hermosa, jodidamente hermosa, como cuando la conocí, mejor ahora está incluso mejor.

Me paro en sus labios acariciandolos con suavidad, estos labios que no me cansaria de besar nunca, de morderlos, de chuparlos, de obtener de ellos cada una de sus palabras, gemidos y suspiros.

Deslizo mis dedos por sus curvas desnudas hasta la mitad de su vientre, trazando un corazón alrededor de su ombligo, sonrio negando, al final Isabel había tenido razón y era solo cuestión de decirlo, de dejar salir lo que sentía para poder volver a tenerla así entre mis brazos, porque aquello era lo que más anhelaba de todo este tiempo discutiendo, tirandonos cosas en cara, poder decirle que solo tenia miedo, celos, todos esos sentimientos terrenales que me enseñaron a ocultar desde niño, porque no quería perderla, no a ella, a ella no.

Y me daba igual lo que se dijera de mi a nivel nacional, europeo e internacional mientras yo supiera que ella estaba aquí entre mis brazos.

Mis dedos se deslizaron por su espalda con suavidad, enredándose después en su cabello y lleve mi boca a su oido

Felipe: oh you're in my veins and I cannot get you out...

Note un beso en mi pecho y su mirada verdosa acastañada mirarme con amor, una sonrisa unica apareció en mi rostro y deje un suave beso en sus labios

Letizia: ¿No has dormido?

Negue sonriendo y la tumbe apoyando los brazos a cada uno de sus costados sin apoyar mi peso en ella y pase mi nariz por su cuello hasta dejar nuestros labios rozándose

Felipe: verte dormir, me vuelvo loco.

Pov Letizia

Había caído exhausta después de la sesión de sexo salvaje que habiamos tenido unas horas antes, cuando él habia llegado y me había confesado sus mayores temores, eso me habia vuelto loca, loca de amor por él, mucho más de lo que ya estaba, significaba tanto para mi, que fuera capaz de salir de ese caparazón hermético en el que guardaba sus sentimientos.

Lo conocía bastante bien y sabia que decirme aquello le habia costado horrores pero leí en su cara el alivio de soltar lo que sentia y yo necesitaba sentirlo a él, pedirle que esas palabras fueran grabadas en mi piel y así lo hizo, senti en cada una de sus caricias, besos, mordiscos, lamidas, su miedo, su frustración, sus celos, sus celos de hombre por su mujer.

Y había terminado llorando en su pecho después del orgasmo porque toda la presión que habia sentido al pensar que él ya no me amaba se habia esfumado.

Llevaba un rato sintiendo sus caricias en mi rostro, sobretodo en mis labios pero habia preferido mantenerme con los ojos cerrados, note como dibujaba aquel corazón alrededor de mi ombligo e intente no sonreír para que no notara que estaba despierta, él había cogido esa costumbre cuando me quede embarazada de Leonor y después de Sofia y era algo que me volvía completamente loca.

Temblé ligeramente cuando sus dedos se deslizaron por mi espalda y después por mi pelo y abrí los ojos, cuando escuche que recitaba la estrofa de aquella canción que un día le había dado por cantarme cuando ibamos a la cabaña de Baqueira Beret a esquiar, él su voz aguda y una guitarra.

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