Verte marchar es lo que más odio en el mundo. Pero esperarte es un placer tortuoso.
Mi corazón se encoge, dejo de respirar, pero aguanto.
Tú también me esperaste, ¿sentías lo mismo?
¿Por qué te espero? ¿Por qué me esperas? ¿Por qué nos esperamos?
¿Es acaso lo único que sabemos hacer?
No es por hacernos daño, es porque la llegada es dulce como la miel.
Escucho tus pasos en las piedras y en mis pupilas cae una gota de vida.
Es irreal como mi entorno adquiere color al escuchar tus pasos,
y mi alma vibra con el sonido de tu voz.
¿Tú también los sientes?
¿Por qué te espero? ¿Por qué me esperas? ¿Por qué nos esperamos?
¿Es acaso lo único que sabemos hacer?
La casa se ilumina con el simple hecho de que entres en ella,
nuestros ángeles brincan de emoción, se lanzan a ti y corren sin cesar, felices.
Hay ruido.
Mi alma silenciosa ríe escandalosamente, juega, se vuelve traviesa cual niña pequeña.
Esperanzada de que mis travesuras sean las causantes de tu melodiosa risa.
¿Por qué te espero? ¿Por qué me esperas? ¿Por qué nos esperamos?
¿Es acaso lo único que sabemos hacer?
Llegan mis tormentas. Mis pensamientos me agobian.
Las pesadas cadenas me amarran, me siento asfixiada.
Lloro; desesperada; todo está oscuro.
Quiero gritar, correr, huir de lo que me tortura.
Entonces apareces.
Me haces mirarte, enredas tus manos entre mi cabello, las deslizas suavemente.
Aprendiste que ese acto, tan mísero para muchos, me libera.
Y lo haces una y otra vez, hasta que me siento libre.
¿Por qué te espero? ¿Por qué me esperas? ¿Por qué nos esperamos?
¿Es acaso lo único que sabemos hacer?
Eres un soñador.
Un ser de luz y alma de niño.
El brillo en tus ojos me deslumbra, brillas cuando ves lo que amas.
¿Brillas cuando me ves?
Lo haces, porque esa sonrisa tan cálida que me obsequias está llena de amor.
¿Por qué te espero? ¿Por qué me esperas? ¿Por qué nos esperamos?
¿Es acaso lo único que sabemos hacer?
Si, esperamos.
Porque sufrimos, porque nos sentimos enloquecer, porque me quebraron y a ti te lastimaron.
Te mantuviste fuerte, cargaste con ambos.
Perdona mi debilidad, estoy enferma, pero tú me curas.
Resistimos, esperando que mañana nuestro sufrimiento acabe y al final del díaestemos en esa habitación.
Tú sentado, yo acostada en tu regazo.
El viento nos acuna, el sonido de la cortina danzando es una melodía dulce, los tenues rayos del sol nos abrigan.
Si, esperamos, es lo único que sabemos hacer.
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POEMARIO
PoezieVersos libres que narran un proceso de sanación y transformación fisica, emocional y espíritual.
