Devil May Cry Ultimate Nefeline

Capítulo 13.- La Luna superior 6 conoce lo que es el miedo 1/2

Al día siguiente Tanjiro e Inosuke se reunieron en uno de los techos del distrito rojo para planear cómo es que atacarían al demonio y cuando lo harían, justo estaban hablando de en qué momento el demonio atacaba, cuando Dante se hizo presente.

- Así que yo creo que ataca cuando son "entregadas" a un buen comerciante para casarse, pero el comerciante es realmente el demonio -dijo serio-.
- Eso es una posibilidad Kantaro -dijo intrigado-.
- Hey, chicos -dijo tranquilo- ¿de que hablan? -preguntó curioso-.
- Señor Dante, solo hablábamos de dónde podría estar el demonio oculto para poder atacarlo -dijo tranquilo-.
- Yo sé dónde está -dijo como si nada-.

Ambos se sorprendieron pues Dante ya había descubierto donde se esconde el demonio.

- ¿En donde? -preguntó desconcertado-.
- Hay una habitación a la que no le entra ni una sola pizca de luz, nunca prenden las luces de ahí y por supuesto ahí mismo estaba una de las esposas del pilar -dijo curioso-.
- El demonio se esconde en una habitación... -dijo sorprendido-.
- ¡Claro, Kantaro! -exclamó- ¿como no lo vimos? -preguntó- el demonio encontró un lugar donde esconderse ya que tiene forma humana así como el anciano -dijo animado-.
- No -dijo serio- El demonio usa esa habitación para descansar aveces, otras veces la usa de señuelo para que no encuentren los cazadores de demonios su nido que está en un tipo de túnel el cual se encuentra en donde le dieron trabajo a Inosuke -dijo mientras se sentaba en el tejado techo- las aves de sangre me enseñaron todo, ese demonio, se camiflajea entre las Geishas como una más, ese demonio usa su faja para atrapar nuevas presas que le gusten solo por su atractivo -dijo serio-.
- ¿Ha hecho que aparezcan aves de sangre? -preguntó sorprendido-.
- Si, les pague con mi sangre y energía demoníaca para que me dieran toda la información -dijo tranquilo- el caos que hice con esas aves fue para que la gente aquí se fuera y nosotros podamos trabajar sin lastimar a ni un solo inocente -dijo calmado-.

Las aves de sangre fueron con Dante en una media esfera que les mostró la guarida con todos los que el demonio había capturado, entre las personas estaban las otras dos esposas de Uzui y Zenitsu, así mismo se mostraba como llegar a la guarida del demonio.

- Entiendo de las esposas del pilar y las otras personas, pero ¿Zenitsu? -dijo aborrecido- Zenitsu no es ninguna belleza como para que lo atraparan -dijo agotado-.
- Supongo que al final el demonio no tiene muy buenos gusto -dijo aborrecido-.
- Es sorprendente que usted solo pudo descubrir todo lo del demonio que buscamos, esta noche saldrá en búsqueda de una nueva presa, así que estaré de señuelo, Tanjiro esperará escondido para atacarlo y tú Inosuke busca el nido junto al pilar y destruyan lo -dijo determinado-.
- De acuerdo anciano, déjale este trabajo al grandioso Inosuke -dijo animado-.
- Cuente con nosotros para detener al demonio -dijo determinado-.
- Bien, ahora... -dijo para después dispararle a todas las aves de sangre haciendo que estás se volvieran de piedra-.

Dante les disparo a todas las aves de sangre haciendo que estás se volvieran estatuas de piedra las cuales se rompieron en muchos pedazos una vez cayeron al suelo mostrando todas las caras de horror que era la sangre demoníaca que Dante había ofrecido, este solo se dejó caer para tomar la sangre devuelta.

- Esta noche, no lo olviden, me pondré en el centro del distrito rojo, mientras Tanjiro quédate cerca, para que la luna no se de cuenta de tu presencia, en cuanto me vaya a atacar la enfrentas -dijo serio-.
- Claro -dijo determinado-.
- Bien cuento con ustedes -dijo alejándose de los chicos-.

Una vez se fue Dante los chicos regresaron a sus puestos para poder esperar bien la noche pues ese demonio tenía que caer pronto.

Llegando la hora acordada Dante encendió las luces de todos los locales para que pareciera que nadie se había ido o que habían regresado las personas así el demonio al que se enfrentaban no sospecharía nada, de ahí Dante tranquilamente se quedo en el medio de la calle esperando a que pasara cualquier cosa.