𝐂𝐚𝐛𝐚𝐥𝐥𝐞𝐫𝐨 𝐗 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐚!𝐋𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚 𝐗 𝐘𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐞!𝐑𝐞𝐲
❝𝐈 𝐰𝐚𝐬 𝐰𝐢𝐬𝐡𝐢𝐧𝐠... 𝐖𝐞 𝐰𝐞𝐫𝐞 𝐭𝐰𝐨 𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐩𝐞𝐨𝐩𝐥𝐞❞
Has reencarnado en un libro que leíste hace tantos años, sufriste una terrible muerte a manos de tú e...
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𝐃𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞́𝐬...
Despertaste de golpe mientras te sentabas. La cama estaba vacía, Herae ya se había despertado y comenzado con su día. Sobaste tu vientre el cual ahora estaba un poco hinchado debido a un embarazo recientemente anunciado.
—Mi reina, el sastre los estará esperando en el castillo del Rey Herae para tomar sus medidas y las de las otras reinas. — tu antigua sirvienta te avisaba mientras arreglaba tu cabello en trenzas. —¿Sastre...? — preguntaste
Ella asintió —Su padre tiene un anuncio que hacer además de la fiesta de nombramiento del Principe Kyren — Tus ojos se abrieron al saber lo que eso significaba —Gracias por hacérmelo saber — te pusiste de pie.
Viste a Syraes esperando fuera de tu puerta —Su padre y esposo han estado en la sala del trono toda la mañana. — el camina a tu lado —No has cortado tú cabello — miras a su cabello rubio fresa el cual esta un poco largo.
—Lo cortaré una vez estemos de nuevo en casa, Mi Reina — dijo Syraes tomando una hebra de cabello entre sus dedos —No te preocupes, tú cabello me gusta de cualquier forma — sonreíste mientras entraban al comedor.
El comedor estaba vacío, la única en la mesa era tu madre. Ella se puso de pie y te dió un beso en la mejilla y te abrazó. Tu madre era una mujer relativamente joven, su cabello rubio cenizo y ojos avellana los cuales fueron heredados de su madre; una mujer de la familia Hartwood. Estas características se las dio a su único hijo mientras que tú te parecías mas a tu padre.
—Buenos días, madre — saludaste y ella te respondió mientras tomabas asiento —¿Dónde están mis hijos? — preguntaste.
—Herae los envió de vuelta a Bracedan. A sus otras esposas y sus hijos. Tu debías quedarte ya que ellos te están esperando en el salón del trono — dijo mientras te ponías de pie.
Tu madre te vio preocupada —¿No tomarás el desayuno? No esperaba que fueras a verlos con el estómago vacío — su mirada era genuina —Si envío a todos los demás a Bracedan, significa que esto es urgente — dijiste mientras salías del comedor.
Antes de entrar al salón del trono respiraste profundamente para calmarte. Para tu padre y esposo en algunos momentos eras un simple cero a la izquierda pero en otros era una de las muchas piezas en sus tablero.
Entraste al cuarto y al llegar al frente te inclinaste ante los reyes —Sus majestades... — dijiste con tu cabeza baja. Notaste a un hombre un poco mayor que tú parado a tú lado. No podría tener mas de 28 años.
—Hija mía, mi única hija hembra y mi legítima sangre. — decía tu padre —Te presento a Azael Katz. El bastardo de la familia Katz — tu padre hablaba lo cual te hacía preguntarte a donde llevaría esto.
