Capítulo.10

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Edmund caminaba por el bosque, quería saber si no había ningún espía del enemigo y además estar a solas. No podía creer que Magalie había muerto, le había agarrado bastante cariño o más bien se había enamorado de ella, sin importar la diferencia de edad ya que ella tenía la edad de Susan. También ha notado que los primos se pueden llevar muy bien. Sus hermanas, su hermano  y él no se llevan tan bien con su primo Eustace.El rey noto que en el suelo había sangre, saco su espada y siguió el camino de sangre. Al llegar el origen de la sangre, encontro un bulto negro manchado se acerco cuidadosamente, a estar cercas no podía creer lo que veía soltó su espada y se acerco.

—Magalie, Magalie.

Repetía varias veces el nombre de la castaña, la reviso, noto que tenía heridas en la espada, afortunadamente aún respiraba solo estaba inconciente, tomo su espada para después guardarla, cargo a la chica para curar sus heridas en el Altozano.

...

—¿Por qué tú nunca me dijiste nada sobre mi padre? —pregunto el príncipe sin mirarlo.

—Mi madre fue una enana pelinegra, arriesgue toda mi vida todos estos años para que algún día, tú fueras un mejor Rey de los que te presidieron —, responde el profesor.

—Entonces te he fallado y también a Magalie le falle.

—Caspian...lo que te dije y lo que no te dije, lo hice porque creí en ti, Magalie, Alexis y los Narnianos que murieron en el castillo confiaban en ti, sus muertes no fueron en veno. Ellos sabían que tú serás el más noble historia “El Telmarino que salvó a Narnia”.

Entre los árboles vieron salír a Edmund, notaron cargaba algo o más bien alguien no podían ver quién era. Se pusieron de pié y entraron al lugar para poder ayudarlo.
...

—Tienes suerte Lucy.

—¿De que hablas?

— Tú pudiste, verlo, desearía que me hubieran dado alguna prueba.

—Tal vez la prueba se la debemos dar nosotros.

—¡LUCY! ¡LUCY! ¡LUCY!

Gritaba desesperado Edmund, mientras llegaba con ellos atrás de él, venía Susan, Caspian el profesor.

—Rapido saca tu posición curativa —ordeno Edmund, la pequeña sacaba con torpeza su poción.

—¿Quién es Ed? —Pregunta Peter, mientras veía el cuerpo y Edmund lo cocloba de al lado.

—Magalie, es ella, la encontré inconciente en el bosque, está perdido mucha sangre.

El rostro de Caspian se ilumino al escuchar el nombre de su prima. Se puso en la parte de la cabeza de la castaña la recargo en su torzo, por supuesto evitar que su espalda tocará la mesa, Lucy se acerca a ellos con la posima.

—Ed, me ayudas a abrir la boca de Magalie —, pidio Lucy, el rey hizo lo que pidió su hermana, la joven dejo caer una gota de la posima.

Una respiración rápida se escucho, la castaña abrió los ojos lentamente, los presentes sonrieron a ver que Magalie recibió la posima curativa a tiempo, la castaña los veía confundidos.

—¿Cómo llegué aquí? Solo recuerdo que corría en el bosque.

—Edmund te encontro inconciente, te trajo aquí y Lucy te salvo con posima —responde Susan con gentileza.

—Gracias a los dos, estoy eternamente agradecida.

—No tienes nada que agradecer, eres nuestra amiga Maggie —dice Lucy con una sonrisa.

—¿Cómo escapaste? —Pregunto el rubio neutral.

—Mi mamá y mi antigua Nana, yo no quería que muriera pero ella quiso dar su vida por la mía. Caspian, nana ya no está con nosotros —empezo a llorar la joven, Caspian solo se limitaba a no llorar ya que no quería que los presentes lo vieran llorar, solo se dedico acariciarle el cabello a su prima.

Las Crónicas De Narnia: Los Primos Telmarinos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora