Cherry Magic (sope's version)

05

—¿puedo saber si cometimos un error?— dijo un temeroso Yoongi, tratando de mantenerse tranquilo. Pero solo obtuvo un gruñido de parte del jefe. Yoongi ya no sabía que hacer— Señor, le pido disculpas si he sido maleducado.

Otro gruñido.

—esto es malo, el jefe se ve muy enojado. Si el contrato se anula, puede que Yoongi esté acabado— me explicó Seokjin.

Yoongi...

No lo pensaré dos veces e iré a ayudarlo. Le di mis cosas a Seokjin, el no pudo sostenerlo así que cayeron al sueño, pero Yoongi es más importante ahora.

—¿¿¿¿Hoseok????— me observó Ji.

Caminé decidió hacia ellos, pensando en una excusa para acercarme, porque un mal movimiento y será mi fin.

Vi una de mis compañeras llevarle café al jefe. ¡Ahí está mi excusa!.

—yo lo llevo— le quite la bandeja.

—pero...

—lo llevo— decidido voltee hacia Yoongi armandome de valor.

Si logró leer la mente del ceo y descubro por qué está enojado. podré ayudar a Yoongi.

Me acerqué y el jefe me observó haciéndome dudar, asi que me di la vuelta.

No Hoseok. No es momento de tener miedo!.

Yoongi te necesita. El te ha ayudado todo esté tiempo.

"Aquí están los datos que tengo, si eso te sirve"

"Confío en su trabajo"

"No toques a Hoseok"

Esta vez, ¡ayudaré a Yoongi!

Suspire y regresé.

—con permiso— hice una reverencia y caminé detrás del jefe para tocar su espalda. Pero el volteo antes de poder tocarlo.

—Hace calor— me dijo.

—¿eh?

—¡HACE CALOR!

—Ah, si...— fui hacia el pequeño aparato que controla la temperatura del aire condicionado y le baje la temperatura.

Es inútil.

En ese caso...

Lentamente me agache y puse la tasa frente a el y lo acerqué a su mano. Estaba a punto de tocar su mano. Pero el la quitó. Mierda.

Ugh.

Y que tal si...

—por favor, use ésto— le extendí las servilletas. Pero me hizo una seña con la cabeza para que lo dejará en la mesa.

¿¿¿En serio???

Estoy en blanco.

Hice una reverencia, diciendo "con permiso".

No hay forma de que pueda ayudar a Yoongi, después de todo...

—tu — me llamó el jefe. A lo que voltee— Esto— levantó una pluma.

Una pluma que es mía. Debió haberse caído.

¡ESO ES!

Me acerqué rápidamente a el, sosteniendo su manos con ambas manos.

—¡Muchas gracias!— hice un ademan con la cabeza, de agradecimiento. Escuchando atento a sus pensamientos. Hasta que por fin, oí lo que causaba su enojó— Lo siento. ¡Se lo traeré enseguida!- me levanté rápidamente por lo que el jefe quería.