Solo hasta el día que cumplí 30 años, no tenía idea, de que mi vida ordinaria, no, de que yo mismo, fuera capaz de tener tal magia.
Hoseok un chico de 30 años, que es virgen, experimenta un suceso extraño y aterrador, pero que de alguna forma, cambi...
Mi corazón se detuvo, mi mente quedó en blanco y mis labios quedaron sin palabras.
— Hasta hace poco... — continúo- Me conformaba con estar cerca de ti... Pero... Estar cerca de ti, me hizo querer más y más.
Yo aún no puedo procesar sus palabras. Yoongi me sorprende siempre.
— No quiero que seamos solo compañeros de trabajo o amigos. — Se acercó más a mí. — Es la primera vez que siento esto por alguien.
Seguía sin responder, sus ojos fijos en mí me hipnotizan. Pero sus palabras sinceras... Me ha dejado en blanco. Sentí el calor de su mano rozar mi mejilla y al fin reaccioné, por instinto agache mi mirada evitando su toque. Él me observó y su sonrisa fue desapareciendo poco a poco.
— Perdón. Olvida lo que dije. — me observó, con una sonrisa, que se que es falsa. — Pienso hacer eso.
— ¿Eh? — empecé a sentirme desesperado por sus palabras.
— Solo tenía que decirte lo que sentía. — Los ojos de Yoongi amenazaban y advertían de llanto. Yo no quiero verlo llorar por mi culpa... — Siento ser tan egoísta. — tomo aire — Todo volverá a la normalidad.— asintió. El se dio la vuelta y se marchó.
Quería ir tras el. Quería detenerlo. Quería evitar que se fuera.
Pero si lo hago... ¿Que haría después?, ¿Qué le digo cuando lo detenga?
— Aghh.... No se que estoy haciendo... — dije frustrado y con miedo. Mis ojos pican al pensar en Yoongi.
•••
Una parte de mí... Se siente aliviado de por fin haberle dicho como me sentía...
Pero la otra parte está devastado porque Hoseok no ha correspondido. Y es absurdo que me sienta así, pues yo sabía que el no sentía lo mismo. Pero igual duele.
Me detuve en medio caminó.
El dolor está encerrando a mi corazón.
Siento a mi alma agonizando de este dolor tan agudo en mi pecho.
Mis lágrimas están evitando caer. Pero ¿Cómo pienso aguantar esta agonía tan fuerte?.
Perdoname Hoseok... Por enamorarme de ti.
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— Yoongi, se fue hoy a Busan por trabajo.— dijo una compañera.
— ¿Si?, es normal que hoy todo esté tan triste.
— No me siento motivada sin la refrescante sonrisa de Yoongi.
Me senté en mi escritorio, quizás más deprimido que siempre. Pues no he dejado de pensar en las palabras de Yoongi.
