Capítulo 11: No darle importancia a Lee

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-No, mamá. No voy a hacer eso.

Era viernes por la tarde y Jungeun se estaba preparando para recibir a sus amigos en el departamento. Llevaba varios días sin verlos y a Jiwoo y a ella se les había ocurrido invitarlos para pasar el rato. Por eso, mientras Sooyoung terminaba las cosas en la oficina, la castaña se dedicaba a preparar varios bocadillos, ordenar un poco el lugar y mirar cada dos por tres la puerta para ver si Jinsoul se dignaba a aparecer, entre otras cosas.
Estaba a punto de empezar a preparar aperitivos cuando su madre llamó y ahora, ya llevaba más de medía hora conversando con ella.

Tanto su madre y otra madre estaban al tanto de todo lo que había pasado con Jinsoul y si bien su madre se mantuvo al margen de toda opinión, Kahei se había vuelto la abanderada de la pelinegra.

-He dicho que no, madre -Usaba términos que demostraban su falta de paciencia con el tema-. No quiero hablar de Lee, así como se ve que a ella no le interesa hablar conmigo. Y lo digo porque evidentemente está evitándome. Desde que la vi en su estudio no hemos vuelto a hablar, solo compartimos el domingo que fuimos a ver a Chaewon y... -Se ve que cuando nombró a la niña su madre dijo algo-. ¿Recibiste la foto que te envié? ¿Viste que hermosa es? -Una sonrisa aparecía en el rostro de Jungeun-. Si vieras lo celosa que se puso Jinsoul cuando Wonnie vino corriendo a abrazarme primero. Juro que todas sus caras son adorables... -Ups, eso se te escapó castaña-. No, las de Jinsoul no mamá, las de Chaewon -Suspiró y se aplaudió internamente por su inteligente salida-. Por supuesto que le di el regalo que tú y mamá mandaron pero la hermana Spencer no quiere que hagamos tantas diferencias con los otros niños, así que la próxima acuérdate del resto -Se habían ganado una gran reprendida por llevar regalos sólo para Chaewon-. Sí mamá, me acordé pero no le puedo pedir a las monjas que recen para que mamá tenga que dejar de tomar la pastillita azul y recuérdame mandarte el cheque de mi terapeuta -No es una conversación que alguien quiera tener con su madre.

Jungeun suspiró ante la próxima pregunta.

-Te dije que no hemos hablado.
Jinsoul se la pasa fuera de casa.
Cuando llega se encierra en ese maldito cuarto que tiene y no sale hasta que todas nosotras estamos acostadas. Cuando me levanto duerme plácidamente -Su boca hizo una mueca divertida.

Se estaba haciendo una costumbre para la castaña desayunar mirando a Jinsoul dormir. La pelinegra tenía millones de poses y para colmo, estaba inundada de almohadones. De hecho, más de una vez a la castaña le pareció que uno de estos se había metido entre las piernas de la pelinegra y tanto ella como a la bailarina, tonteaban imaginando que el supuesto almohadón era un gran pene que Jinsoul ocultaba. Una sola vez, cuando Sooyoung también vio el almohadón ocupando ese lugar, Jungeun alcanzó a escuchar que la surcoreana murmuró:
"Lo único que falta, la rarita con un rarón entre sus piernas". Las tres rieron tapándose la boca para no despertar a la pelinegra.

-No mamá y es la última vez que quiero que me pidas lo mismo, no voy a intentar hablar de nuevo con ella, ni tampoco quiero saber nada más de su vida. Si las cosas siguen así, esta situación va a durar menos de lo que pensaba -Al parecer todo iba bien en la inversora-. Así que adiós a ese departamento y adiós Lee -Afirmó sintiendo como alguien golpeaba la puerta-. Bueno, mamá tengo que dejarte, ad... Sí ya te he dicho veinte veces que las tres vamos a estar en tu mega fiesta de aniversario -Jungeun giraba los ojos mientras le abría a sus amigos y los hacia pasar, haciéndole señas de que estaba con su madre al teléfono-. Sí madre, ya reservamos los pasajes, dile a mamá que la quiero. Adiós -Fin de la conversación y un largo suspiro por parte de la castaña.

Jungeun se recostó un momento durante la puerta y con su mirada en sus ruidosos amigos, se abstrajo por un momento en sus pensamientos.
Claramente la misión: "Dejar de darle importancia a Lee" estaba fallando.
Desde que habló por última vez con la tatuadora, no había podido sacársela de la cabeza. Incluso había tratado quedarse mil veces a solas con la pelinegra pero era prácticamente imposible, solo Chaewon hizo que se juntaran y durante el tiempo que compartieron solo hablaba Jungeun con Chaewon o la pequeña con Jinsoul. La pelinegra esquivaba hasta la mirada de la empresaria. Ay, Dios como extrañaba Jungeun ese mirar, torcer y abrir.

No Soy Para Ti (Lipsoul Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora