Psicópata

Final

Había llegado el día.

KyungSoo tenía todo listo para lograr su objetivo, y eso lo tenía inusualmente contento. Tanta fue su alegría, que por primera vez en mucho tiempo le dirigió la palabra a BaekHyun y ChanYeol por voluntad propia, sin que ellos fueran los primeros en hablarle a él.

Los mayores se sentían un poco extrañados por la actitud tan positiva que tenía KyungSoo esa mañana, pero lo dejaron pasar porque pensaban que al fin, luego de tanto tiempo, KyungSoo había empezado a aceptarlos y, en consecuencia, aceptar la vida que tenía junto a ellos.

Nada podía estar más lejos de la realidad.

Ese día, al igual que los demás, BaekHyun y ChanYeol comieron junto a KyungSoo y salieron a trabajar. El menor sabía que los otros dos no llegarían hasta que entrara la noche, así que decidió no perder tiempo y empezó con todos los preparativos para llevar a cabo el grandioso plan; no dejaría que lo detuvieran y volvieran a quitarle la esperanza esta vez.

Decidido a dejar esa vida atrás, KyungSoo empezó con su planificación para ese día. Primero, empezó a preparar la cena desde temprano para que, a través de las cámaras, BaekHyun y ChanYeol no notaran ningún comportamiento fuera de lo común y pensaran que solo estaba adelantando sus deberes. Luego, limpió las áreas comunes y habitaciones y, premeditadamente, dejó de último el baño de su propia habitación.

Una vez en el baño, KyungSoo cerró la puerta con pestillo y soltó un suspiro aliviado; agradecía a toda entidad superior existente que BaekHyun y ChanYeol no pusieran cámaras de seguridad en los baños, así como tampoco en las habitaciones de los mayores. El chico había tomado ventaja de ello, y aprovechó de tomar pequeñas cantidades de pastillas cada cierto tiempo de las habitaciones de los mayores, especialmente los psicotrópicos que le habían recetado a BaekHyun desde hacía años. Las cantidades eran casi insignificantes, por lo que los mayores nunca se dieron cuenta de la ausencia de dichos medicamentos; además, KyungSoo también pedía medicamentos cada cierto tiempo, alegando que se sentía enfermo, de modo que, a escondidas, guardaba todos los medicamentos que podía obtener en un compartimiento oculto en uno de los cajones del baño.

Con rapidez, empezó a juntar todas las pastillas que había logrado reunir durante meses. Era una cantidad considerable, y gran parte de esos medicamentos eran tan fuertes que, si se toman constantemente, podían causar un daño importante en el organismo, sin contar que muchos de ellos no podían mezclarse entre sí.

Sin perder tiempo, KyungSoo empezó a ingerir las pastillas, sin siquiera detallar bien cuales estaba consumiendo. Tenía que ser rápido, porque sabía que a BaekHyun y ChanYeol les parecería sospechoso que se tardara tanto en el baño, y más aún por el hecho de que la cámara de su habitación estaba encendida en el momento en el que entró al baño, lo que quería decir que los mayores sabían que se encontraba allí desde hacía unos minutos. Cuando iba por la mitad de las pastillas, KyungSoo sentía unas náuseas casi incontrolables, pero hizo su mayor esfuerzo por controlarlas y terminar de tomar todos los medicamentos.

En el momento en el que logró tomarse la última pastilla, KyungSoo sentía que en cualquier momento perdería el conocimiento, pero no quería arriesgarse a que su plan fallara vilmente. Con las últimas fuerzas que le quedaban, agarró el frasco de lejía que generalmente utilizaba para limpiar el baño. Sin dudar, KyungSoo empezó a ingerir el contenido del frasco.

Las lágrimas empezaron a brotar de los ojos de KyungSoo debido al insoportable ardor que sentía en su garganta; el potente líquido recorría la garganta de KyungSoo como si de fuego se tratase, quemando todo a su paso y generando heridas irreparables en su organismo.

Rendido, el chico cayó al suelo y, poco después, perdió el conocimiento. En sus últimos momentos de lucidez, KyungSoo vio su vida pasar frente a sus ojos, tenía varios recuerdos, tanto buenos como malos, de todas las experiencias que había vivido; era como ver una película.