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- Hm~...hm...
Con un último impulso, te elevaste de puntillas sobre la escalera para poner el último clavo en la pared, asegurando la pancarta en su lugar.
En esta precisa mañana,te encontrabas colocando las últimas decoraciones para la pequeña celebración de uno de los huéspedes junto a tu hermana y Vaggie.
"Feliz 1 mes de redención, Sir Pentious."
Una vez estuvo totalmente asegurada en la pared, bajaste de las escaleras metálicas, observando de reojo cómo Charlie era ayudada por su novia a bajar.
- ¡Ha quedado perfecto! - exclamó Charlie a tu lado, observando vuestro trabajo con alegría - Estoy súper ilusionada de que Sir Pentious se quede en el hotel.
- Aunque literalmente él quiso apoderarse de la ciudad con sus chorradas steampunk hace unos días - Habló Vaggie, con los brazos cruzados.
- Bueno, aquí no lo hemos visto intentando nada de eso - dijiste, haciéndote hueco en la conversación - Así que creo que está bien... O eso espero.
Y justo en ese momento, el Rey de Roma se asomó por la puerta del hall, llevando junto a sus esbirros con forma de huevo una máquina/cañón extraño.
Justo cuando abres la boca, es cuando la realidad decide darte una colleja
- ¿Qué es eso? - preguntaste, frunciendo levemente el ceño.
-Buenos diasss, dama del infierno - bajó su sombrero mientras hacía una reverencia, mostrando respeto antes de darte una respuesta. - es mi nuevo invento, el Dessollador 11000. -continuó, con una faceta malvada- Estoy deseando disparar al resto de huéspedes con esta cossa.
-¿Qué? ¿Por qué? - intervino Charlie, preocupada por las palabras del hombre escurridizo - Si todos son muy amables.
-Obviamente eso debe ser una mentira. Noto que planean matarme. Pero cuándo, cómo -se justificó -tengo que prepararme.
Y antes de que pudiérais hablar algunas de las tres en respuesta a su incoherencia, la puertas del hotel se abrieron, revelando así a dos muchachas cargando un carrito con grandes cajas en ellas.
- ¡Oh! ¡Las piezas nuevas de mi máquina!
-Firme aquí, por favor - dijo una de las chicas con gafas, extendiéndole una carpeta con documentos a Sir Pentious,quién firmó sin rechistar- Gracias por su transacción.
-¿Carmain...?- murmuraste confusa, leyendo el nombre escrito en cada una de las cajas.
-¿En serio, Camila Carmain? - elevó la voz la chica polilla, mirándolo con molestia - ¿Le compras piezas a una suprema?
