☆ | 𝟎𝟔 - 𝓁𝑒𝓈𝓈 𝑜𝒻 𝓃𝑜𝓉𝒽𝒾𝓃𝑔

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Podrían haber pasado un par de horas desde que llevaste a tus pequeños acompañantes a tu recámara, donde exploraron sin cesar todos los rincones de la habitación como roedores

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Podrían haber pasado un par de horas desde que llevaste a tus pequeños acompañantes a tu recámara, donde exploraron sin cesar todos los rincones de la habitación como roedores. Te preguntaban de todo y tú intentabas responder a la mayoría de sus cuestiones.

- ¡Oh, jefa, tu guarida es muy pequeña!

- ¿Dónde están las máquinas de guerra?

- ¿Qué tienes por aquí? - preguntó otro de los huevos, husmeando entre tus cajones sin vergüenza alguna.

- Oye, ¡no mires eso! - al notar dónde estaba cotilleando, te apresuraste a tu armario para sacar al huevo entrometido de allí. Le dirigiste una mirada de reproche mientras este mantenía su indiferencia.

De todos los cajones, tuvo que abrir el de la ropa interior.

Aún así, agarraste al confundido ser y lo llevaste a tu cama, casi obligándole a quedarse quieto allí mientras ibas por sus otros hermanos. Nunca pensaste que estas cosas tan pequeñas se pasarían horas de esta manera.

- ¿Y esta foto? - preguntó, señalando un pequeño marco sobre la mesita de noche donde salía una foto tierna de Charlie y tú de pequeñas. Esa fue una de las pocas cosas que pudiste recuperar de tu antiguo hogar.

Sonreíste de manera instintiva, acercándote al segundo huevo para agarrarlo entre brazos y llevarlo a la cama, donde se encontraba el otro. - Es una foto de mi hermana y yo, huevo dos.

Sí, le habías puesto números detrás a cada huevo ya que no había otra forma de diferenciarlos, además de que estos mismos te confesaron que ni siquiera tenían nombres propios. Y tu poca creatividad con los nombres no ayudaba.

Cuando dejaste a esos dos juntos y te giraste para ir por el tercero, sin embargo, un flash cegador te dio directamente en los ojos y te retorciste con molestia, llevándote las manos a los ojos en busca de aliviar el dolor.

- ¡Pero qué mier...! - te contuviste a decir una grosería delante de aquellas ternuras.

- ¡Oh! Saliste con los ojos cerrados, jefa - dijo el pequeño frente a ti, mirando la foto instantánea que había salido de la cámara que te regalaron hace unas semanas.

¿Cómo la habrá encontrado? Te preguntaste, analizando lo que tenía entre sus manos. Desde el día en el que hicieron esa actividad, la guardaste en un lugar seguro para que esta no se rompiera.

Te había encantado tu regalo y no querías que pasara algún accidente.

- Oye, jefa, ¿por qué tienes esa cámara? ¿No hay cámaras mejores? - preguntó uno de los huevos sobre la cama.

- Sí, ¿y para qué la usas? - agregó otro.

- ¿Te gusta fotografiar a los demás residentes a escondidas? - preguntó el tercero.

📻 | 𝕮𝔬𝔯𝔞𝔷ó𝔫 ℌ𝔞𝔪𝔟𝔯𝔦𝔢𝔫𝔱𝔬  ━━━ ⓜ Aʅαʂƚσɾ x LҽƈƚσɾαDonde viven las historias. Descúbrelo ahora