Hasta que la muerte nos separe [Alastor x oc]

Prologó

" Solo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar..."

A veces sentía que la gente se aprovechaba mucho de ella por ser tan buena persona, la gente solía pedir mas de lo que muchas veces ella podía dar.

Como sus padres quienes apenas cumplió sus 16 años de edad creyeron que seria buena idea comprometerla con el hijo mayor de un socio de su padre, obviamente como la romántica empedernida que ella era, se negaba rotundamente a dicha unión, pero como luchar contra la voluntad de quienes amaba.

Fue así como decidieron que a penas si cumpliera los 18 años de edad se casarían ante los ojos de amigos, familia y el mismísimo Dios.

Ella de verdad que se esforzó por amarlo, pero simplemente era un patán indeseable, su padre siempre la trato como un caballero, era una princesa para el, aun si no le compraba vestidos caros o la llenaba de lujos, siempre fue la hija consentida de papa, mas en el sentido sentimental que material. Así que no se veía conformándose con menos, sin embargo, la economía de su familia pendía de un hilo y esta era la única posibilidad que había.

Su padre le enseño administración y contabilidad así que siempre supo disponer de su inteligencia de la mejor manera además de ser muy culta en cuanto a literatura y artes se refería, y su adorada madre aunque nunca aprobó las enseñanzas de su padre respecto a todos esos números, le dejo ser siempre y cuando ella tomara clases de modales, así que no solamente parecía una hermosa princesa se comportaba como una.

Pese a todas sus virtudes ese hombre la miraba como una esposa trofeo, y eso le molestaba, creyó ingenuamente que si le demostraba de lo que era capaz y su utilidad, en algún momento cambiaria su pensar sobre ella, pero no fue así y finalmente estaba a unos cuantos días de su indeseada boda.

La noche antes de la boda miro su caja de ahorros, había dinero suficiente para vivir cómodamente fácilmente unos dos meses, y por un loco momento paso por su cabeza una idea no tan descabellada...

¿Y si escapaba?

No tendría que casarse con alguien que no amaba, no mas responsabilidades que no le correspondían, no mas presión, no mas opresión, pero sobre todo no mas infelicidad.

No era alguien desagradecida, amaba a su familia, pero le estaban pidiendo mas de lo que podía ofrecer, el dinero si bien era importante, no lo era todo, el dinero va y viene, pero la felicidad eso no tenia precio, así que finalmente se decidió.

En una maleta pequeña guardo sus vestidos mas simples y uno que otro de gala, cuatro pares de zapatos, sus ahorros y una que otra cosa que creyó necesaria para su nueva vida, dejo una carta en su cama pulcramente tendida y finalmente salió de allí por la puerta de servicio, si alguien la vio nunca dijeron nada por el amor y respeto que le tenían a la dulce niña que siempre los amo y cuido pese a ser solamente parte de la servidumbre del hogar.

Y fue así como esa noche del 23 de febrero de 1919, embarco su nuevo rumbo al lugar que siempre deseo visitar, un nuevo comienzo en la bonita Nueva Orleans.

A Kiss To Build a Dream On - Louis Armstrong

https://www.youtube.com/watch?v=c-6J88SUEIA