My Little Shinobi: Flaming Sora

Capitulo 6: El Zorro de Nueve Colas

- Supongo que cuando Luna te dio la noticia, te alegraste, ¿cierto?

- ¿Por qué crees que me alegré? – Respondió Kurama seriamente.

- ¿Porque conseguiste la oportunidad de ver a tu hijo? ¿Qué acaso no deseabas verlo?

- A decir verdad... al principio creí que era una pésima idea. Esperaba que se lo enviaras a tu alumna, o que idearan una forma de mantenerlo oculto por unos meses. La idea de conocerlo tan repentinamente, bajo esas circunstancias... realmente no quería verlo.

- ¿En serio...? – Dijo Celestia, por primera vez mirando con sincera preocupación al Zorro - ¿Pero por qué? Por lo que escuché, realmente parecían felices...

Kurama lanzó un suspiro.

- Eso fue después, al principio...

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Sora se quedó de piedra, observando la marca en su flanco.

Esa marca de una llama roja con un símbolo en forma de una espiral con una punta apuntando hacia arriba. De repente, esa imagen le recordó a algo que había visto, se apresuró hacia su biblioteca personal, y comenzó a hurgar entre sus libros, ignorando las voces que venían de afuera de su habitación, las cuales sonaban más fuertes, pero al no prestarles atención, no entendía una palabra de lo que decían.

Por fín lo encontró, uno de sus libros de comics de Naruto, El Héroe de Konoha. Se apresuró a abrir el primer tomo y giró rápidamente las páginas hasta encontrar lo que buscaba: La imagen de un joven Naruto, portando por primera vez su bandana de Konoha. Ahí estaba, ese símbolo de espiral, exactamente igual al de su Cutie Mark.

Las preguntas se agolpaban en la cabeza del potrillo: ¿Qué significaba esa Marca? ¿Por qué era igual a la que aparecía en su libro? El símbolo supuestamente representaba a la Aldea de Konoha, ¿Qué tenía que ver ese lugar con él? Y lo más importante... ¿Cómo y por qué había conseguido su Cutie Mark?

La cabeza aún le dolía y las preguntas y dudas no hacían mejor su condición. Una y otra vez intentaba recordar, y solo recibía pequeños fragmentos de cosas con poco sentido antes de que la jaqueca lo trajera devuelta al presente. ¿Qué estaba sucediendo?

Una Cutie Mark era algo que todo potrillo estaba ansioso por conseguir, incluso si no la buscara activamente. La marca representaba su talento especial, o la cosa que hacía especiales a cada poni. Y sin embargo, estaba más confundido que nunca acerca de sí mismo y lo que estaba pasando. Una y otra vez miró el libro que tenía en sus cascos y pasaba la mirada a su flanco, como si buscara una respuesta invisible que debía estar en las páginas, pero cuyo significado escapaba a su comprensión. Sin embargo, un fuerte portazo y su puerta abriéndose violentamente lo sacaron de su ensimismamiento.

Allí estaban, Celestia y Luna, su tia y madre, la primera con mirada severa, la segunda preocupada. La princesa de la noche se apresuró a abrazar a Sora con sus alas, lo que hizo a Sora soltar el libro y quedarse estupefacto sin saber que hacer. Por sobre su hombro, miró a su tía Celestia, claramente enojada, y con sus alas semiabiertas, mostrando su tensión.

- ¡Sora! ¿Estás bien?

- Yo...

- Esta vez has ido demasiado lejos, Sora- Exclamó Celestia- ¡Confiaba en ti! ¿Y así es como respondes?

- ¡Celestia!

- Yo... ¿Qué? – Empezó a decir el chico, sin comprender- ¿De qué están hablando? ¿Qué fue lo que pasó?