❝Some, some boys are tryin' too hard. He don't try at all, though❞
Dónde Ran Takahashi entra como el novato estrella en el equipo del país asiático Ryujin Nippon, en las Olimpiadas de Tokyo 2020 y también, como el novato que se robó el corazón de la...
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📍 27 de Junio de 2020 | São Paulo, Brasil.
Julia P.O.V.:
Mis manos tocaron con calma el objeto que tenía entre manos, que me daba alguna especie de confianza mientras mantenía mi mirada en mi objetivo.
Puesto 6, esquina media-superior izquieda. Casi un punto fuera, pero es un punto tan débil para cualquier equipo.
—¡Saca, saca, Julihna!—avisó el entrenador a lo que solté un suspiro para concentrarme en mi punto rojo.
Voy a hacer un maldito ace.
Me preparé, lanzando la pelota bicolor hacía arriba para después un perfecto péndulo con mis brazos y terminar con el hermoso sonido de mi palma, estrellando la pelota de una manera veloz y que quedó marcada invisiblemente en el espacio que quería.
—¡Oba! ¡Oba, Julihna!—me felicitó con emoción Rosamaria que portaba el número siete y le seguí el abrazo, también feliz del punto que había logrado.
Si seguía asi y prácticaba mi remate con la izquierda, podía estar lista y más que preparada para jugar en las Olimpiadas en Japón.
¡Las Olimpiadas! ¡Nossa, que emoção!
Había esperado tanto por ellas desde que ganamos en 2018, aunque con el punto de que no jugué mucho porque tuve dolores en el brazo derecho, y apoyé en lo que pude. Además de que a la VNL, no le dió la gana de hacer juegos.
¡Pero! Este es mi año. Lo sé, lo presiento y por más que lo he dicho todos los santos días de mi vida.
Este es mi año y estoy segurísima, que todo saldrá a mi favor.
—¡Oliveiros!—volteé a la voz de mi entrenador que me hizo apartarme de Rosa e irme a su llamado. Solo usa mi apellido si empiezo a ponerme rebelde en la cancha y uso más mi impulsividad que la inteligencia o en tales casos, lo usaba para regañarme de que recibí mal.
—¿Si?—respondí con ojos de corderito mientras cruzaba mis dedos detrás de mi espalda. "Que no me regañe, que no me regañe, que no me regañe", recité en mi cabeza mientras veía su ceño aligerarse.
—¿Haz pensado lo que te propusieron?—hice una mueca y él suspiró, viéndome con los brazos cruzados—Sabes que está abierta la oportunidad.
—Nossa, ¡lo sé!—contesté frustrada, porque una parte de mi quería hacer algo, pero otra quería esto.
—Piénsalo Julihna, háblalo con la almohada y con tu mánager. De todas formas, el equipo te apoyará fuera o dentro de la cancha.
—Es que no lo sé entrenador, ¿irme al Vero Volley Monza?—cuestioné tanto para mi, como para él y me vió con compasión—Me gusta dónde estoy.
—Sea a dónde sea que vayas en la liga italiana, te irá bien. Eres una excelente jugadora, Julia.
—Pero...fue el primer equipo que me fichó en Estados Unidos, no puedo dejarlo asi—repliqué con inquietud, ya que ese tema me tenía un poco de mal humor.
Mi primer equipo y actual, era el Pallovo Padova de femenino. Juego ahí desde los 19, cuando apenas iba por el cuarto semestre de mi carrera de Comunicadora Social.
Ahora que casi termino, y me falta solo las pasantías (que desconozco que haré, para serles sinceros), la vida me estaba pasando factura que debía cambiarme por mi bendito contrato.
Contratos aburridos, boo.
—Piénsalo, Julihna. El Vero te puede brindar más, y por lo que vi en el contrato te da la posibilidad de vivir en un apartamento compartido o propio a diferencia de este primer equipo, que tuviste que alquilar una habitación el mismo día que llegaste.
Suspiré, recordando ese día de dolores de cabeza, pero fui salvada por una mujer llamada Sofía Mazzeo que me ayudó a conseguir un sitio estable mientras pasaba mis entrenamientos diarios.
Mi amiga Sofía Mazzeo, era la mejor fisioterapeuta que conocía, aunque me decepcioné al saber que se iba a ir al equipo masculino del Powervolley Milano en su materia.
Ya no tendría con quien chismear, pero me podía alegrar nuevamente al recordar que le compré unas entradas y un pasaje para las Olímpiadas para que me fuera a ver. Sofía era la primera persona que conocí en el extranjero y una de mis pocas amigas que conformaban mi cómodo círculo de amigos.
Parecía alguien ánimado que hacía amigos por doquier, pero preferías amigos puntuales.
—Creo que lo pensaré, pero no prometo nada—sentí la mirada pesada de mi entrenador a lo que sonreí inocentemente, dándome la vuelta para seguir entrenando.
Decida o no, mi futuro en el Padovo o en la Serie Italiana, yo estaba segura de una sola cosa:
Este 2020 era mi año, y lo sentía desde lo profundo de mi alma.
Todo iba a salir excelente.
✒️ Nota del Autor:
¡Pequeño preámbulo de Julia y sus aspiraciones para estas Olimpiadas de 2020!
🎤 ¿Qué opinan de Julia? Es un amorcito.
❤ Un votito o un comentario, salva a un hada en el bosque encantado.
🔮 Teorías y conspiraciones de estado, para el próximo capítulo.
