Gustabo falleció en un accidente automovilístico el día en el que su familia decidió salir un fin de semana a la casa de verano que tenían junto al mar.Los dirigentes de la escuela en la que asistía, se encargaron de avisar a todos los alumnos y maestros lo que había pasado y, además de asistir a su funeral, organizaron un evento de despedida.
Gustabo despertó diferente.
Al principio no entiende qué está pasando. Sabe que no está vivo, porque puede verlo. Está rodeado de caras conocidas, familiares y amigos, observando su propio funeral. Observando su propio ataúd y su cuerpo dentro.
Se mira a sí mismo y siente ganas de gritar. Su espíritu, o lo que se supone que sea en ese momento, puede levitar pocos centímetros sobre el suelo y atravesar objetos.
Le gustaría decir que se siente apenado, pero jamás tuvo la oportunidad de pensar que incluso en algún momento podría vivir su propio duelo. Ver su propio funeral.
Incluso después de un rato, no sabe cómo tomarse la situación. Está totalmente solo en alguna parte de la existencia entre lo vivo y muerto.
Nadie puede oírlo, nadie puede verlo y nadie puede sentirlo.
Nunca le gustó llamar la atención estando vivo, pero esto era extremo.
Su familia, que también perdió la vida en aquel accidente automovilístico, simplemente no daban señales de nada. Gustabo se pregunta si ellos también están pasando por la misma extraña situación que él.
A pesar de todo no puede quejarse porque esto podría haberle tocado peor; todavía podía recordar el tiempo en el que se volvió un aficionado en leer historietas y libros de terror, donde los espíritus de los muertos se quedaban atrapados en alguna parte, en algún espacio limitado. A veces no podían salir de allí y, la mayoría de las veces, sus almas vagaban por toda la eternidad, reviviendo el acontecimiento que acabó con su vida una y otra vez.
¿Pero esto era mejor? No lo sabe con exactitud.
Era como estar vivo y muerto. Tener consciencia y, a su vez, no poder hacer nada por tenerla.
Jamás pensó que habría vida después de la muerte. Joder, ni siquiera creía en la existencia de los espíritus o en cualquier cosa paranormal. Gustabo, el tipo más escéptico del mundo, viviendo la experiencia más sobrenatural de todas.
Sí, era un poco terco, pero todavía no podía creer del todo que esto realmente le estaba pasando a él.
¿Qué le decía que en realidad todo esto no era parte de una ilusión, un sueño o que estaba en coma?
Sin embargo, dejarse guiar por algo de lo que no tenía conocimiento y aferrarse a ello no era lo más inteligente.
Pero los días iban pasando y, a cada segundo que transcurría, Gustabo a empezaba aceptar con resignación, que esto sería que al parecer esta iba a ser su nueva realidad por toda la eternidad.
Extrañaba las sensaciones del calor humano y él odiaba el contacto físico.
Descubrió que más que odiar el contacto físico, detestaba el solo hecho de no poder tocar nada. Absolutamente nada. Le aterrorizaba. Era vacío.
No importaba lo mucho que se concentrara para poder tocar algún objeto del "mundo de los vivos". Nada parecía funcionar y vaya que intentó de todas las formas posibles siendo un espíritu.
Ahora podía entender muchos de los vídeos de actividad paranormal que veía en YouTube, mientras se escondía debajo de sus sábanas para que ningún espíritu maligno atravesara la pantalla y lo fuese a buscar.
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MY LOVE'S SOUL - INTENABO
Fanfiction¿Qué pasa cuando la muerte llega antes de tiempo y te quedas vagando entre la vida y la muerte? ¿Qué pasa cuando tu vida te es arrebatada a una edad temprana? Gustabo tampoco lo sabe con exactitud. Ni siquiera sabe por qué sigue allí, a pesar de qu...