Las calles de Manhattan estaban demaciado frías; cubiertas de nieve y pequeños copos caían aun del cielo. La pequeña Irene caminaba sosteniendo entre sus manos aquel peluche de ciervo, lo apretaba contra su pecho intentando cubrirlo del frio y a ella en el intento. No sabía hacia donde caminaba, pero huía.
Esa noche había escapado de su casa temporal, desesperada por escapar de aquel monstruo que la visito. Las lagrimas se habían secado dejándolas marcadas en sus mejillas, lo habían intentando, había intentando decirles a esa pareja que alguien la estaba persiguiendo pero ellos solo la ignoraron diciendo que era su imaginación.
Era su cuarta casa temporal, odiaba tener que volver a pasar por las mismas personas y el mismo protocolo, todo era lo mismo.—empieza a empacar Irene, una familia te quiere.
Esa eras las palabras que menos le emocionaban, solo era cuestión de tiempo para que escuché;
—no eras lo que ellos buscaban, pero no es tu culpa.
Sus esperanzas por encontrar una familia siempre de caían, por qué siempre era lo mismo.
Un gran ruido hizo que sus pequeños pasos se detuvieran, un auto voló por sobre su cabeza y ella apenas pudo moverse a un lado para esquivarlo. Aquel monstruo logro encontrarla, la respiración de Irene se hizo cada vez más pesada, sujeto bien su peluche y corrió, escuchaba como las pesuñas chocaban contra el asfalto, el crujido de sus dientes y los bufidos. Grito por ayuda, para que alguien saliera y pudiera ayudarla, pero nadie salió. Corrió a gran velocidad para que aquella criatura la dejara en paz, pero pareciera que estaba muy concentrada en agarrarla.
No lo entendía, ¿Por qué quería agarrarla? Se supone que aquellas criaturas solo eran producto de sus sueños, de leyendas. Estaba siendo perseguida por una, ¿Que tal si estaba soñando?
No, no era posible...ella ya lo había comprobado más de una vez.
—¡Ayuda!— sus pies quedaron marcados en la nieve, su aliento era notorio en lo frio de la brisa.
Se agacho y apretó a su ciervo contra su pecho, cerró sus ojos y espero a que la gran mano de la criatura la agarrara, pero una gran camioneta era color naranja lo atropello. Irene abrió sus ojitos observando como a su alrededor solo yacía esa camioneta naranja desgastada y en mal estado, intento huir de nuevo cuando una mujer bajo de esta.
—oye, tranquila—hablo la extraña mujer.
La voz de la mujer la hizo frenar, lentamente levantó la mirada y se volteo a verla; cabello castaño, estatura de unos 1,73 y aquellos hermosos ojos cafés. Era la mujer más hermosa que había visto, su mirada expresaba amor y pudo sentir más que paz a su alrededor.
—¿Estás bien, nena? —a paso lento de acercó a ella, temiendo hacer un movimiento brusco y que ella escapara—soy Sally Jackson.
—i-irene...—apenas murmuró
.—mucho gusto Irene. ¿Estás tu sola aquí?—miro a su alrededor intentando buscar a la criatura, disimulo un suspiro de alivio al ver que no era así.
Irene asiente agachando un poco su cabeza al sentir por completo a la mujer cerca de ella, Sally no dudó en tocar su cabello y acariciarlo, sintió como el cuerpo de la niña tiritaba del frió y quizás del miedo.
—¿Donde están tus padres?—pregunto temiendo por saber exactamente cuál sería la respuesta.
La mujer suspiro cuando no recibió respuesta de la pequeña, era muy posible que aquella niña fuera como su pequeño Percy, y no tenía dudas, había atropellado a un minotauro para salvarla. Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando pensó con más claridad la situación, una pequeña niña en las frias y peligrosas calles de Manhattan, sola...
—tengo miedo...—susurro la pequeña.
El corazón de Sally se apretó, ¿Como era posible que el destino de una niña fuera así de injusto?
—ya no más, cariño...—murmuro sacándose su abrió y pasándolo por los hombros de Irene—estas asalvo ahora.
★liberian girl★
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Liberian Girl -grover underwood-
FanfictionI knew then that that boy was more than a protector, I knew that the image I had of men were nothing more than stereotypes that I swore I had. Why did he treat me like in love movies and I was his sweet and beautiful Liberian girl.