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Tal como lo acordado, el día Domingo por la noche Roseanne estaba en casa de los Kim. Apenas tocó el timbre ya se notaba que era una casa moderna, ya había ido allí antes, pero mucho antes de que la casa original de los Kim sufriera un incendio y tengan que reconstruirla. La puerta fue abierta por una mujer que podría ser su madre, —ha de ser la mamá de Jennie— pensó Rosé.

La mujer le sonrió a Chaeyoung— ¿Tú debes de ser la niñera de mi hija, no? ¿La que Jennie le pidió si podría venir esta semana? —la rubia asintió y la madre de Jennie sonrió, dejándole el paso abierto, Roseanne entró cuidadosamente a la casa. En eso, Jennie se asomó.

—¡Oh! ¡Hola, Rosie! ¡Ya llegaste! —exclamó la coreana, Chaeyoung sonrió y la saludó con la mano, la rubia mientras más se adentraba en la casa, más se sorprendía por lo gigantesca que era.

—Bueno, Roseanne, te daremos algunas indicaciones sobre la casa, nosotros nos iremos mañana temprano —comenzó la señora Kim, Rosé se sentó en una silla del comedor y en frente de ella se sentó la señora y el señor Kim.

Terminaron de darle las indicaciones y se tumbó en la cama de la habitación de huéspedes, luego apareció Jennie.

—¿Puedo pasar, Rosie Posie? —preguntó ella— Pues ya estas adentro —Park sonrió y Jennie imitó su acto.

Jennie se sentó en la cama de Rosé —Mi hermana no está de acuerdo con que haya una niñera, así que si debes de ponerle límites, ponlos —Rosé asintió—, por cierto, ¿quieres venir a mi cuarto a ver una película? —ella guiñó un ojo mientras sonreía ladeada, Roseanne asintió y ambas se levantaron de la cama para irse al cuarto de Jen.

Ambas chicas se tumbaron en la cama de Jennie y ella encendió la televisión para colocar uno de los cinco medios para ver películas y series que ella poseía, esta chica sí que tenía dinero.

—Oye, Rosie, ¿puedes ir a buscar palomitas a la cocina? Estoy segura de que están tapadas con una bolsa al lado del lavabo —Park asintió y se levantó de la cómoda cama, se dirigió hacia la cocina y una luz led estaba encendida, se acercó lentamente y comenzó a buscar las palomitas, ¡no las encontraba!

—¿Qué haces? —preguntó una rubia con pelo corto que hizo que Chaeyoung se estremeciera, esa rubia la agarró del brazo y Rosé saltó del susto —Yo... Buscaba las palomitas, eh, Jennie-

—Ah, están aquí, son estas, llévatelas —la rubia con pelo corto sonrió y Rosé asintió e hizo una mini reverencia, cuando se dio la vuelta, sintió que alguien la tomó del brazo, otra vez se estremeció.

—Oye, rubia con pelo largo —Rosé se dio la vuelta ligeramente para ver a la más baja— ¿Mhm?

—¿Cuál es tu nombre? —Roseanne sonrió— Me llamo Rosé, ¿tú?

—Soy Lisa, tú debes de ser mi niñera, ¿no? —Chaeyoung asintió— Un gusto —siguió Lisa dándole palmaditas en el hombro a la más alta, Rosé sonrió.

—¡Roseanne ya apúrate! —gritó Jennie desde el cuarto, Lisa sonrió— Ya ve, Rosie.

Roseanne corrió hacia el cuarto de Jennie y al entrar, la chica la miró fijamente.

—Oye, ¿por qué estas tan roja?

—Porque hace calor.

—Estamos en invierno.

—No lo sé entonces.

—¿Y por qué tardaste tanto, Chae?

—Sólo no las encontraba.

—Mmm... ¡Está bien! Ya siéntate, miraremos Titanic —la rubia jadeó enojada— ¡Ya la vimos tres veces, Jennie!

—¡Nunca es suficiente, ParkYoung! —exclamó Jennie, Roseanne suspiró y rió.

baby sitter } chaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora