Capitulo 52

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Becky

La tomé de la mano y la arrastre fuera de la sala, llevándola a mi habitación, pero ella me detuvo.

Freen- amor tus padres pueden llegar por qué no vamos a otro lado

Becky- (me acerque a ella y le dije al oído mientras apretaba su bulto) ellos no vendrán ahorita, además quiero que mis sábanas huelan a ti quiero follar en mi habitación de niña buena ( pase mi lengua por el lóbulo de su oreja, escuchándola jadear cuando mi mano traviesa entro por debajo de bóxer, acaricié un poco y la jale de nuevo llevándola ahora sí hasta mi habitación)

Freen

Era una locura si Ben me encontraba ahí me mataría está vez, lo haría, pero no estaba pensando mucho en eso, cuando Rebecca deslizó su vestido por su hermoso cuerpo y me mostró su hermoso y perfecto cuerpo con aquella lencería rosada, relamí mis labios, observé un poco su habitación mientras ella tiraba al suelo sus ositos, jamás había estado en ella, realmente entendía eso de su habitación de niña buena, Rebecca tienda esa dualidad su departamento era, diferente a su habitación, aquí era todo rosita sus peluches y cosas tiernas y en su departamento las cosas eran más sombrías.

Me tomo de la camisa y me jalo asia ella, me tiro sobre la cama y se subió sobre mi,continuamos con besos salvajes mientras mis manos apretaba, sus perfectos glúteos, obligándola a frotarse sobre mí, estaba tan dura que me dolía, necesitaba estar desnuda y al parecer ella yo lo entendió por qué dejó de besarme para ayudarme a quitarme la ropa, yo hice lo mismo con su ropa interior, podía sentir lo sensible que estaba, ya que cuando besa su cuello y pechos sus cuerpos se estremeció como nunca, exigiendo me más, exigiendo me, que comiera cada parte de su piel, la gire sobre la cama dejándola boca abajo, me acomodé a su lado y comencé a besar su cuello mientras con mis dedos acariciaba su vagina empapada, fui dejando besos por toda la espalda, su piel erizada y sus movimientos me hacían saber lo placentero que estaba sintiendo, mientras ella gemía, mis dedos rozaban una y otra vez su intimidad, acariciando con fuerza su clítoris duro.

Becky- ha!! Freen!!! Follame .....hazlo ha!

Freen- lo haré mi amor lo haré solo déjame disfrutar el delicioso sabor de tu piel.

Fui bajando poco a poco dejando besos, por toda su espalda hasta llegar a sus glúteos, los mordí levemente, escuchándola gemir, levanté sus glúteos y me posiciones detrás de ella, le di una pequeña nalgadita, antes de entrar en ella, quería hacerlo lento, pero ella choco sus glúteos conmigo para que entrara completamente, ambas gemimos cuando eso ocurrió.

Freen- ha mierda amor eres muy mala ( le dije mientras frotaba su clítoris inclinándome hacia delante para besar su oreja)

Becky

comencé a moverme mientras ella me penetraba, no quería que fuera tierna y dulce, mi cuero necesita de su lado posesivo y salvaje, mientras masajeaba mi clítoris me penetraba una y otra vez y yo rebotaba en ella, la podía sentir llegar profundo, y dios en casa estocada sentía como tocaba ese punto que me estaba llevando a la locura, no sabía que me pasaba, pero ahora me sentía más caliente y atrevida, le pedí darme unos golpes en los glúteos mientras me tomaba duro, el primero se sintió bien pero quería más, así que se lo pedí, jamás  habíamos hecho esto pero ahora estaba siendo follada por ella mientras nalgueaba mis glúteos, los ruidos en mi habitación eran gemidos, gritos, nalgadas y el ruido de nitros fluidos mezclándose, ese peculiar chasquido que se escuchaba cuando su miembro entraba y salía de mi con fuerza, en un movimiento rápido si salir de mi me giro, elevando mis piernas sus para penetrarme de nuevo, podía ver su cuerpo sudado, sus gestos de placer y es vena que tan perfectamente se le marcaba cuando estaba comiéndose, la sujete de los glúteos, para que fuera más profundo, me estaba rompiendo y me encantaba, sus movimientos eran más fuertes y duros, mis gemidos no dejaba de salir, palabras sucias salían de nuestra boca, calentándonos a ambas, ya no aguantaba más , ni siquiera sabía si esa posición era posible pero ahí estaba ella sobre mí con mis piernas al aire mientras entraba y salía de mi sus gotas de sudor caían por mis pechos, mi boca estaba seca y mi cuerpo temblaba, estaba muriendo, amabas lo hacíamos, la escuche maldecir , sabía que se correría pronto, lo sentía en su pene, este se había anchado más para correrse.

El Valor del Amor G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora