𝐆𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐂𝐨𝐥𝐨𝐫 𝐅𝐮𝐞𝐠𝐨 [𝐊𝐚𝐢𝐗𝐋𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚](𝐍𝐢𝐧𝐣𝐚𝐠𝐨).

⧫𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝟏𝟐

Narrador omnisciente.

Se mantenía apenas de pie, sostenido sus manos sobre sus rodillas tratando de no desmayarse. Kai había insistido en qué pararan hace un hora, pero ella quería seguir, Kai era un buen maestro de entrenamiento cuerpo a cuerpo y estaba muy feliz. Ya que, el castaño hacía mucho que no le dedicaba un día para ella sola, para que pudieran convivir juntos.
Y __________ admitía que Kai se veía bien no solo con su traje rojo, si no también con aquella bandana en su frente del mismo color que su traje, ya que le hacía ver cómo si tuviera su cabello más largo y por algún razón, ella sentía que lo hacía ver más alto de lo que realmente era.
No estaban por el momento en ciudad Ninjago pero si en el bosque donde hacía muchos años Lloyd había construido su casa del árbol. El bosque era seguro y tranquilo, así que por el momento nada podría pasarles.

— No se, siento que no avanzo más. — dijo mirando sus manos llenas de raspones y rasguños —. No sé que estoy haciendo mal.

— No es eso, tú lo haces muy bien. — le halago sentandose a su lado —. Lo que pasa es que quieres aprender en unos meses lo que a nosotros nos llevó años, necesitas ser más paciente. — sonrió dándole un pequeño golpecito en la nariz.

— Lo intento. — sonrió también tímidamente tocando la zona donde le dió el golpecito —. Siento que, no se, me falta agudizar mis sentidos, por que en las cinco horas que llevamos no he podido darte un golpe.

— Tal vez tú vista y tus oídos son en los que más confías. — dijo pensativo —. Por que, según Cole tienes un exelente tacto.

— ¿Entonces qué entrenamiento podría ser?. — pregunto lista para empezar de nuevo.

Kai entonces tuvo una idea, sus ideas no siempre eran buenas pero está vez quería intentar algo simple pero muy efectivo. Se quitó la bandana se su cabeza y se acercó hasta ella dándosela en sus manos. _________ no pudo evitar pensar en el entrenamiento de Kai y no le agradaba tanto la idea, para ella el tener los ojos vendados solo lo relacionaba con golpes, oscuridad y un miedo atroz por saber que Iban a hace con ella.

— Yo lo sé tanto como tú. — dijo seriamente —. Yo te vi con una de estas sobre tus ojos la noche en que te conocí, así también te entenderé si no quieres hacerlo, es solo una idea.

Ella lo sabía, pero entonces se sintió como una tonta. Kai no era ninguno de ellos, aunque fuera un despistado y un coqueto de primera, ella ya le había dicho que confiaba en él más que nadie y que el solamente quería ayudarla.
Así que tomo la banda, la coloco en sus ojos y con ayuda de Kai le hizo un pequeño nudo.
El entrenamiento consistía en qué el atacaría de varias puntos y ella debía predecir y ser capaz de esquivar cada uno de sus ataques con ayuda de todos sentidos a excepción de su vista.
Kai se alejo de ella de un salto y se colocó sobre una de las ramas de un árbol. La pelirroja con ayuda del tacto pudo saber que el no se encuentra cerca del suelo, lo sentía en la tierra y tras unos segundos escucho el crujir ligeramente de una de las ramas a su derecha, ya había encontrado su ubicación.
Kai lanzo una bola de fuego del tamaño de un balón que __________ apenas pudo esquivar agachándose y golpeando su frente contra la tierra, pero inmediatamente se levantó el ya no estaba en la rama si no a su izquierda.
El entrenamiento no consistía en qué contracara en un principio, si no de solo esquivar pero conforme pasaban los minutos Kai le pedía ahora atacarlo. Era como la estructura del hielo de Zane, pero en rojo y más brillante, un elemento sin duda muy raro y bello de apreciar.
Quince minutos después __________ ya era ligeramente más rápida que algunos ataques de kai, incluso de los físicos. Estaba agotada pero Kai no se detenía y ella no era capaz de dejar de atacar. Sudaba frío, por la emoción y el miedo, no sabía cuál sería el siguiente ataque del de rojo, incluso su piel la sentía más caliente, por el rojo fuego de su maestro en ese momento. Pensaba tanto que no dió cuenta cuando Kai ya estaba a centímetros de ella tocando su cabeza, el había ganado pues si estuviera en una situación real ella ya habria muerto, no puedo evitar sonreír, no le importaba haber perdido, ya se sentía más fuerte ahora y capaz.
Aún tenía la venda sobre los ojos y apenas se podía mantener de pie, por lo que quien la mantenía así era Kai. El de rojo estaba mas que orgulloso de ella, sabía que había echo un gran trabajo. Por lo que no puedo evitar mirar aquella sonrisa como nunca la había visto en ella. Llevo sus dedos hasta la bandana sin despegar su cuerpo del suyo y trato con sumo cuidado de quitar aquel objeto de sus ojos, pero ella le detuvo con sus manos, __________ sentía en ese momento mucha vergüenza si lo miraba a los ojos.

— ¿Qué pasa. — pregunto mirando sus labios inconsciente —. No quieres que te vea?.

— No. — susurro queriendo saber que estaba pasando.

Por la cabeza de Kai estaba pasando una idea muy estúpida y arriesgada, quería, por primera vez desde que la conoció poder darle un beso. Era la primera vez que quería intentarlo y si ella no quería quitar la bandana de sus ojos eso lo estaba tomando como una invitación a qué lo intentará, a qué se arriesgara, aunque no sabía si su interpretación era la correcta. Se acercó lentamente, tomado entre sus manos su cara, estaba a punto de hacerlo hasta que escucho un grito, Jay.

— ¡Kai _________, la cena ya está lista!. — gritaba por todo el bosque buscando a sus compañeros —. ¿Adivinen qué hará Zane?. ¡¡Penne al burro para que se atraganten!!

Kai y __________ no pudieron evitar reírse de su amigo azul, así que quitó la bandana de sus ojos con toda la delicadeza del mundo y no mencionaron más el tema. Debían volver.
Durante la cena, Kai se sentó junto a ella y estuvieron conversando de muchas cosas mientras comían la deliciosa pasta de Zane, esto llamo gradualmente la atención de todos, incluso de Nya, pues pese a que sabían que ambos eran más cercanos no creyeron que tanto, ahora parecía como si se hubieran conocido desde hace años. Desde luego no iban a contar lo que había pasado hace un momento, pero para todos era más que evidente que algo estaba pasando, que algo había sucedido en el bosque.

Por la noche, cuando ya todos se habían dio a dormir Kai pensó con quién podría hablar, pese a que Lloyd y Zane eran sus amigos, no serían los más indicados para dar su opinión del tema, por lo que pensó en Jay, sin embargo este estaba tan ocupado con Nya y Gaizka en sala de comandos que no quería interrumpir.
Por lo que busco el consejo de el único integrante que no tenía una relación, Cole. En otros tiempos, seguramente el no pediría ayuda de nadie, pero está vez sentía que esto era importante.

— Se me hace tan extraño que tú pidas una segunda opinión. — dijo el azabache haciendo pesas —. Debes estar, muy confundido entonces.

— Yo nunca voy a estar confundido. — se defendió algo irritado, si estaba confundido —. Sabes lo necio que soy y necesito una respuesta.

— Se me hace tan raro viniendo de ti. — dijo con obviedad —. Pues para las mujeres tu siempre eres directo, ¿Por qué no simplemente vas y le preguntas?.

— Digamos que yo sentía algo extraño, desde hace un tiempo, aunque juraba que no era importante. — contó sentandose en la cama de Cole —. Pero creo que hoy, lo confirme entre comillas y no es tan simple como crees ir decir. No es fácil para mí, después de lo de Skylor.

— Skylor era una buena chica. — sonrió recordando a la joven con papi malo —. Dudo que te quiera ver así como idiota llorando porque no sabes lo que sientes, ella seguramente este dónde esté te quiere ver feliz, pues entonces inténtalo.

Kai ya estaba más confiado, aunque con algo de pesadez en el fondo de su alma por recordar a la pelirroja que robó su corazón desde el inicio del torneo elemental pudo sonreír con tranquilidad.
Agradeció a su amigo y al menos por esa noche pudo dormir más tranquilo.