Yo no lo hice -StanXeno.

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Querido diario, quizás nadie sepa de esto, pero te lo quiero confesar, quizás contándotelo ,me quedaré libre.

Desde hace mucho antes de la pertificación de toda la humanidad, estaba enamorada de un alfa, Stanley, suena loco porque solo lo ví pocas veces, pero lo amo con locura, es mi destinado.

Dónde me sentí más atraída por el fue en el mismo día donde me pertifique.

Allí estaba yo, en aquella fiesta donde mis padres me obligaron a ir, no quería pero tuve la oportunidad de verlo, tan perfecto...

(...)

—H-Hola—salude tímidamente pero el no me miraba,se llevó otro cigarro a la boca ingnorandome, le prestaba más atención a lo que un omega albino decía sobre unas golondrinas que según el están vivas, son estatuas, no está bien de la cabeza.

—¿Podrías apartarte?—me hizo a un lado, para acercarse al omega, ¿Serán amigos?—¿Estás bien Xee?—dijo mientras le acariciaba la cabeza

—¡Stan!¡No me despeines!—dijo apartandolo un poco—Si, estoy bien, no te preocupes Stan, es que solo está bola de gente sin cerebro es un dolor de cabeza—

Todo estaba bien hasta que lo toma de la cintura y le planta un beso en la mejilla,ambos comparten feromonas y pegan sus cuerpos, mi corazón dio un vuelco.

¿Que?

¿Porque ese omega loco que hablaba de golondrinas de piedra vivientes?

Yo soy más linda

Yo soy mejor que el

¡Yo soy tu destinada!

Luego sentí la piedra llevarse mi cuerpo...

(...)

Querido diario, hace unos días desperté, me encontré con el imperio que mi Stanley y el omega llamado Xeno sostenían ,como era de esperarse tenían toda una industria en armas y muchos otros beneficios, lo malo era el trabajo y que habían muchos mosquitos ,mi trabajo era sembrar el maíz ya que sabía sobre el cuidado de plantas ,mi familia eran los dueños de un invernadero.

Era hermoso ver a Stanley darme órdenes, las obedecía sin rechistar. Aveces me equivocaba a propósito para que me regañe, era hermoso.

Pero no todo era lindo.

El pasaba ahora mucho más tiempo cerca de ese tal Xeno, el principal jefe de todo, lo odiaba, el como se ganaba la atención de Stanley con solo existir. Por lo que escuche de la boca de Charlotte, ellos en este mundo de piedra...¡Se casaron! No solo eso, también se marcaron, esto no puede ser peor.

Me sentía algo mal, amaba a Stanley, no pensaba dejarlo ir con ese omega tan fácilmente, lo quería para mí, puedo darle lo que el no puede darle.

Soy su destinada

Si el se aferra a alguien que no es su destinado...muere por asfixia o un coma eterno.

Si el sigue junto a Xeno...morirá, ese maldito omega lo va a matar.

(...)

Detesto limpiar

Maldita Luna que me delato a Stanley que no sembré uno de los maíces y que me había escapado, ahora tengo que limpiarle el maldito cuarto a su omega, que asco, no quisiera saber la cantidad de veces que lo hicieron en esa cama, las feromonas de ambos se siente hasta los huesos.

—¿Stan te castigo? De el no me sorprende—se burló de mí el omega, como si me estuviera retando, lo mire, quizás no le había hecho nada estando el alfa junto a el pero este omega me está colmando mi paciencia.