Adolescente tierno ❤

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─Ya llegamos Ryusui-sama ─dijo Francois con su voz seria y entrando en la enorme cochera de la mansión Nanami.

No obtuvo respuesta del joven Ryusui y eso solo la hizo ponerse nerviosa, le temblaban un poco las manos, pero trató de concentrarse en el volante de la limusina para dejarlo junto a los demás autos, propiedades de la familia a la que servía.

Cuando detuvo el auto y lo apagó, salió del lugar del conductor para ir a abrirle la puerta al joven adolescente, y cuando lo hizo, Ryusui seguía sin hablar, solo le sonrió seductoramente.

Francois esperó a que él saliera para cerrar la puerta e ir ambos dentro de la mansión, donde ella debería seguir con sus tareas establecidas. Antes de abrir la puerta que daba al gran salón de la mansión, Ryusui la tomó de un brazo para atraerla y pegarla a la pared, cuando la tuvo acorralada, el rubio estampó sus labios contra los de la mujer.

Ryusui prácticamente le estaba devorando la boca, logró abrirse paso con su lengua en la cavidad bucal de ella, Francois casi no puso resistencia y empezó a seguirle el ritmo, ambos hacían el beso cada vez más y más húmedo.

Las manos del rubio pasaron de sujetar su rostro, a una sujetar su mandíbula y la otra a enredar sus dedos con los de ella. Estaban disfrutando el momento, Ryusui no quería parar y la mente de Francois se estaba nublando por las sensaciones que experimentaba en este momento.

Él se separó del beso y rápidamente se dirigió a su cuello para empezar a mordisquear y lamer, la pelirrizada sentía la lengua caliente de su joven amo en su piel sensible y humedeciéndola, sabía que si seguían así, llegarían a un punto de no retorno y eso debía evitarlo, todo lo que estaba pasando ahora era un error, tenía que ser fuerte.

─R-ryusui-sama... de-detengase ─dijo entre jadeos y el adolescente obedeció, levantando su rostro mostrando una sonrisa orgullosa, la que siempre hacía hacia cada vez que le hacía esto a ella.

─¿Estás segura de eso?

─Muy segura ─respondió inmediatamente.

Al ver sus pupilas dilatas, su rápida respiración, y sus mejillas enrojecidas, Ryusui sabía que lo que decía no era del todo cierto. Desde hace tiempo que deseaba ir un paso más allá con ella en el ámbito sexual, que ella se olvide por lo menos por un día de su posición como su mayordomo y asuma su rol de mujer, una mujer de la que él cayó enamorado y quiere hacer suya.

─Has dicho eso tantas veces ─habló con su voz grave erizándole la piel a la mujer─. Y siempre volvemos a lo mismo, yo tratando de llevarte a conocer ciertos placeres, y tú deteniéndolo en la mejor parte. ─Se alejó de ella para ir a la puerta─. Estos jueguitos de toqueteo ya duraron bastante, yo quiero una respuesta definitiva. ─Chasqueó los dedos sin dejar de sonreír─. Tú decidirás cuando dármela. ─Entró al gran salón de la mansión dejándola sola.

No tenían ninguna otra relación más que la de amo y sirviente, pero desde hace tres meses que el joven Ryusui empezó con sus insinuaciones hacia ella, empezó con sus besos, con sus toques. Ella lo alejaba durante las primeras semanas cada vez que hacía eso, pero con el pasar del tiempo, cada vez era menos la resistencia que ponía y aunque lo quiera negar, era evidente que ella también empezó a disfrutar de todo eso.

Ahora Ryusui le estaba dando la oportunidad de elegir, terminar con todo esto de una vez, o ir un paso más adelante, y eso era claramente, tener una relación con él y por supuesto, tener sexo.

No podía ser, lo más probable es que no funcione, además, sería mal visto. Francois estaba de acuerdo con que una persona está en su derecho de amar a quien quiera y formar una relación, pero en este caso... Todos los familiares Nanami y el resto de familias de la alta sociedad lo considerarían denigrante.

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⏰ Última actualización: Apr 15 ⏰

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One-Shots Ryusui x FrancoisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora