Capítulo 3

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—De verdad amaste esas papa fritas — Dijo Jisung conteniendo su risa, caminaban de regreso a su departamento, Jeongin caminaba lento ya que pidió más papas para comer en el camino, no podía comer y caminar al mismo tiempo.

—¡Primero me juzgaste por no querer comerlas y ahora me juzgas por comerlas ¿qué quieres de mi Jisung?! — Exclamó haciéndose el ofendido.

—¡No te estoy juzgando! — Jisung lo empujó levemente mientras ambos reían — Come todas las que quieras, ya después quemarás esas calorías — Dijo robando un par de papas de su amigo — Pero no te obsesiones con eso.

Ambos bromeaban y caminaban cada vez más cerca de su calle.

—¿Como no va a rondar un asechador aquí si está completamente oscuro? — Jeongin sacó de su bolso el gas pimienta y una pequeña alarma que habían comprado horas antes —Una navaja debimos comprar Jisung.

—Tranquilo, estaremos bien no necesitarás usar eso— Acarició la espalda de su joven amigo — Además no sabes usar una navaja, solo te pondrás más en peligro ya que el atacante puede quitártela y usarla contra ti.

Jeongin tembló ante el escenario planteado por Jisung, su lobo se encontraba alerta e inquieto, un par de risas lo hicieron saltar temeroso.

—Alfas — susurró tomando la mano de Jisung para caminar más rápido. 

—Tranquilo puede que vivan en esta calle — Dijo en un murmullo, su lobo tenia miedo pero no podía demostrarlo frente a Jeongin.

—¡¿A donde van tan solitos?! — Gritó uno de los alfas mientras el otro chiflaba entre risas.

—Usan frases tan cliché Jisung, que asco — Gruñó el omega — No puedo creer que seamos acosados por imbéciles sin creatividad.

—son alfas Jeongin ¿qué esperabas? — susurró caminando más rápido, necesitaban llegar pronto a su edificio — Dame eso, tu enciendes la alarma y corres mientras yo uso el gas pimienta.

—No Jisung, no pienso dejarte solo — sostenía con fuerza el pequeño frasco de gas pimienta rogando al cielo que fuera suficiente para alejar a ese par de alfas.

Los pasos de los alfas comenzaban a escucharse más apresurados, los omegas aterrados corrieron sin más opción, al ver que los alfas corrían tras ellos Jeongin decidió encender la alarma esperando que alguien escuchara su llamado de auxilio.

En el trayecto Jisung pisó una piedra haciéndolo caer.

—¡Jisung! — Exclamó Jeongin aterrado

El omega intentó ponerse de pie al instante, sin embargo su tobillo y rodilla dolían, no podría correr a la misma velocidad que Jeongin y definitivamente no lo atrasaría — Vete, llega el edificio y avísale al portero que necesito su ayuda.

—¡Pero Jisung! — Lagrimas comenzaron a caer por las mejillas del omega menor.

—¡Vete! — Lo empujó para que avanzara, Jeongin dejó en sus manos el gas pimienta y la alarma, sus manos temblaban.

—¡Te dije que compráramos una navaja! — Exclamó entre sollozos.

—Lo haremos mañana — susurró Jisung — Ahora vete.

Jeongin asintió y corrió con todas sus fuerzas lo que restaba de trayecto, no miró atrás, necesitaba llegar lo más rápido posible, su portero era un hombre mayor pero tal vez al ser alfa le serviría de ayuda.

Jisung intentó trotar un par de metros, no se dejaría vencer tan fácil, tenia listo el gas pimienta esperando el momento para usarlo en por lo menos uno de esos alfas.

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