Capítulo 8.

90 20 12
                                    

Jisung guardó la tarjeta en su bolsillo con una mezcla de emociones, mientras observaba cómo Minho se alejaba, sintió una oleada de nostalgia y dolor, aunque había decidido seguir adelante y construir una nueva vida, el pasado seguía persiguiéndolo de formas que nunca había imaginado.

—¿Estás bien? — Bangchan preguntó con voz suave, colocando una mano reconfortante en el hombro de Jisung.

El Omega asintió, aunque en su interior la confusión y el remordimiento eran palpables, miró a Bangchan, agradecido por su apoyo constante durante esos momentos difíciles.

—Gracias por intervenir, no sé qué habría pasado si no estuvieras allí —dijo Jisung sinceramente, apretando la mano de su amigo.

Bangchan sonrió débilmente —Siempre estaré aquí para protegerte, Hannie, pero se que esto es difícil para ti, si alguna vez necesitas hablar sobre lo que pasó, estoy aquí para escucharte.

Ambos caminaron en silencio de regreso al departamento, cada uno perdido en sus pensamientos, Jisung se sentía dividido entre el deseo de dejar el pasado atrás y la curiosidad por lo que Minho podría tener que decirle, por otro lado, Bangchan luchaba con la incertidumbre de cómo afectaría el regreso del Alfa en su relación con Jisung.

Al llegar al departamento, Jisung se dejó caer en el sofá con un suspiro, miró la tarjeta en su mano y luego la guardó en un cajón, no estaba listo para tomar una decisión, pero sabía que tarde o temprano tendría que enfrentar a Minho y escuchar lo que tenía que decir.

Llegada la noche, Jisung tuvo problemas para conciliar el sueño, revivió recuerdos de tiempos más felices con Minho, así como los momentos dolorosos cuando fue rechazado por el Alfa, se preguntó si alguna vez podría perdonar y olvidar.

La mañana siguiente Jisung decidió mantenerse ocupado, limpió el que ahora sería su hogar, salió a comprar algunos alimentos y revisó sus mensajes en busca de posibles respuestas a las vacantes de empleo, la presencia de Bangchan era un consuelo constante, y Jisung se esforzó por centrarse en el presente y en construir un futuro mejor para ambos, había perdido a su Alfa y a su mejor amigo por un mal entendido, no perdería a Bangchan, su lobo estaba dispuesto a aferrarse al beta, en el fondo necesitaba sentirse seguro y al lado de él se sentía protegido, de una forma en la que no se había sentido en mucho tiempo.

Una semana despuéss, Jisung encontró la tarjeta de Minho nuevamente mientras ordenaba el cajón, la miró durante varios minutos, sintiendo una mezcla de nerviosismo y determinación. Finalmente, sacó su teléfono y marcó el número.

—Hola, Minho, es Jisung —dijo con voz firme pero llena de emociones contenidas— Estoy dispuesto a escuchar lo que tienes que decir.

Minho quedó en silencio al otro lado de la línea durante unos momentos que parecieron eternos.

Jisung apretó el teléfono con fuerza, sintiendo el corazón latir desbocado en su pecho, finalmente, la voz ronca de Minho rompió el silencio.

—Jisung, gracias por llamar, no sabes cuánto significa para mí tener la oportunidad de hablar contigo —dijo Minho con sinceridad, su voz resonando con una mezcla de anhelo y arrepentimiento.

Jisung se mordió el labio inferior, indeciso sobre cómo proceder —Estoy dispuesto a escucharte, Minho, pero quiero que sepas que no va a cambiar lo que pasó entre nosotros, me heriste de una forma en la que jamás podrás remediar lo que hiciste.

—Lo sé, y lo entiendo, cometí muchos errores, Jisung, y me arrepiento profundamente de haberlos hecho —respondió Minho, su tono cargado de pesar—Quiero explicarte, quiero pedirte perdón, se que te hice daño y pasaré mi vida entera arrepintiéndome de eso.

—Está bien, puedes venir a hablar conmigo —dijo finalmente Jisung, decidido a enfrentar lo que fuera que Minho tuviera que decirle.

El omega estaba dispuesto a cerrar ese oscuro capitulo de su vida, su lobo aún lo consideraba su alfa, pero eso tenia que cambiar. 

EFÍMERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora