capítulo 3

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—Eso no me agrada —digo con lo que dicen— estaba claro que el hotel estaba listo luego de nuestra última exterminacion de hace unas semanas, es obvio que hay que destruirlo según los reportes.

—Tenemos una reunión con el infierno en unos días —Giro los ojos, que sacadon salió eso justo ahora— si me permite puedo reemplazar a Lute.

Niego, ¿Yo para que querrías otra compañía que no fuera la de Lute?

—Si me permite señor Adam, Lute es la que menos exterminaciones hace, es momento de que lleve su lugar en el número que usted mismo creo —Parpadeo.

—Lute tiene mucho trabajo, por eso no es necesario que mate demonios, además de que es mi guardaespaldas, Brity.

—Claro, mis disculpas señor Adam —me llevó la bebida a la boca mientras Veo a Lute bastante incomoda con todo lo que pasó y lo que dijo Brity— ¿Algo más?

—Hice una tabla, sobre cual es la mayor probabilidad de muerte por minuto si nos dividimos y hacemos el trabajo bien; La caníbales no son tan serios, luego —Lute empieza a explicar la tabla que hizo mientras escucho atentamente el plan que ideó— esa sería la última exterminacion para acabar con el trabajo de una vez por todas.

—Me gusta, pero, no estoy tan convencido del todo, esto puede ser un punto vital, como lo dijiste. Pero, nosotros también podemos salir exterminados, no hay que tener muchos riesgos.

—Entonces que solo vayan los más fuertes, un escuadrón de treinta exorcistas y las demás se queden —Brity dice y hablo antes de que Lute se queje.

—Me parece buena idea —le digo. No estoy en condiciones de perder o que le hagan daño a Lute— Veamos, las treinta mejores que piensen que son las mejores, y que estén estén mejores condiciones van conmigo, menos Lute.

—Pero señor —alza la mano y me aparto— eso es injusto, soy una de las mejores y la primera que usted trajo aquí, puedo ir también yo, tengo el derecho soy una de las mejores que hay.

—Si si, lo sé pero ya hay treinta y tres vacantes, y una más uhmm no me parece tan buena idea —muerde su labio y se va volando del lugar— Bien, Brity tu estarás conmigo.

—Si señor.

Empezamos la reunión y mientras ellas hablan de planes y cosas y de cual será lo siguiente para que algo pase a pesar de que Lute salio sin decir ni una sola palabra.

Hago que termine más rápido esto para así buscar a Lute. Luego de dos horas y algo la encontré en un lugar no tan de su clase, una tienda de guitarras, busque en bibliotecas, campos, terrazas y lugares donde se pueden ver las estrellas, y la encuentro en una tienda de guitarras.

—Es injusto eso —me dice y asiento de acuerdo— si lo sabes, ¿Por qué no me dejas ir?

—Ya irá Brity conmigo, quédate tranquila —le digo y se tensa— no te preocupes, soy Adam el primer ser humano que piso este planeta.

—No importa, debemos volver a casa —me dice.

Volamos hasta a casa sin decir ni una sola palabra al respecto, cuando llegamos le respondo algo.

—Es por tu seguridad —le respondo y voltea.

—Adam...

—Me preocupo porque estés bien, y si que estés bien es excluirte de cosas peligrosas y que te enojes, enojate todo lo que quieras, me importa más que estés bien que si me odias o no —Le digo y me abraza.

—Sabes que puedo defenderme, soy la mejor después de Vaggie y Britney —me responde, se separa del abrazo y se sienta en una silla de la cocina— Puedo defenderme y defender a todos, solo necesito tiempo y entrenamiento, y las demás también, por eso quiero que las cosas sean lentas para todos estar preparados.

—Son fuertes, solo hay que planear una estrategia y estaremos listos, tengo una reunión con lucifer, le diré que se acorta el tiempo y las exterminaciones serán cada seis meses —suspira y se va a su habitación.

—Descansa —le grito y escucho cerrar la puerta.

Me desplomó en el sofá, al menos se que ella estará bien y nada malo le pasara en el cielo y no estará en peligro de los demonios que están ahí sin más tratando de defenderse de nuestro último exterminio.

Los días pasaban y ella no me hablaba para más de decirme lo que tengo que hacer, incluso como el helado en su cuarto y no ve programas de televisión, solo está existiendo en un punto neutro en donde no sabe que hacer, y odio que se sienta así solo porque debe de pensar que no es lo suficientemente fuerte como para estar a mi lado junto al exterminio final.

—Tienes una reunión con Sera, me quedaré fuera de la sala y así tendrán más privacidad, estaré con Emily —Dice y vuela a mi dirección opuesta.

Solo queda esperar y hablarlo de manera civilizada sin decir nada más que un simple "Bien" eso jamas fue buena idea.

—Las exterminaciones están dando fruto en el infierno, bajaron de población y aunque estos métodos no sean buenos, están dando resultados y eso es lo que importa verdaderamente —Toso incómodo— Recuerda lo que hablamos de decirle algo a Emily, si uno de tus ángeles les dice algo, todas sin excepción caerán.

—Las mantengo tan lejos posibles como puedo, son demasiadas para un pobre y lindo Adam —respondo y resopla— además ni quien se acerque a alguien más poderoso que saben que tienen prohibido acercarse, serían como Lilith.

—Adam —me encogo de hombros y me voy volando.

Lute se acerca a mí y se despide de Emily, es la única que me desobedece estando o no enojada conmigo, y eso es un poco extraño, no me sentía de esa manera tan seguido.

—Tiene la agenda libre desde aquí, a menos que quiera hablar con dios —niego y asiente rayando su libreta.

Cuando llegamos a casa, Lute va directo a su habitación sin esperar algo de mi o algo, solo se marcha y la detengo antes de que se enoje más conmigo.

—Quiero que me perdones, pero no cambiaré de opinión respecto a que bajes, estaré de acuerdo si me odias hasta el resto de tu vida, pero no planeo que arriesgues tu vida por mi —Su mirada se vuelve filosa y muy enojada para que un simple humano soporte eso.

—Adam, yo también tengo derecho a bajar al infierno, y no moriré, solo cuidaré tu espalda como siempre —le agarro las manos antes de que algo malo pase con ellas— quiero bajar, ¡Quiero cuidarte la espalda como siempre! Somos tu y yo un duo.

—Brity me cuidara la espalda, no tienes que preocuparte te dije —le digo y baja la mirada.

—Miraré todo por una cámara, solo cuídate —me dice y asiento.

—Haré todo para verte de nuevo y probar ese helado de cereza —ríe y al fin puedo respirar sin un peso en mi pecho.

En Otra VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora