CAPITULO 11

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Me sentía en las nubes, la comodidad era inexplicable, la combinación entre lo cálido de las sabanas y la suavidad del colchón, era perfecta. Estaba empezando a soñar como volaba en un Hipogrifo , pero el impacto de una almohada en mi cara me despertó, sobresaltada me senté y vi a Hermione con una almohada en las manos.

-Vaya forma de despertar -dije bostezando.

-Si no despertabas así, te iba a hechizar-dejo la almohada sobre su cama, la vi detenidamente y me di cuenta que ya potaba el uniforme, el rojo le sentaba muy bien, así sus ojos resaltaban un poco más-Alexia, ve a vestirte.

Deje de verla y tome mi uniforme, entre al baño y me cambie, una vez lista Salí, al verme en el espejo me di cuenta que no me quedaba nada mal, me peine un poco y por fin estaba lista.

-Listo, vamos a desayunar.

-Tu corbata-dijo sin verme ya que leía un libro, ¿Cómo?

-Oh, no me la voy a poner-sin verla tome todos mis libros y me dirigí a la puerta.

-Black, póntela.

-No quiero-hice un puchero, Hermione me tomo del brazo para que no saliera de la habitación.

- ¿Por qué?

-Por qué no-Hermione me miro mal, suspire- No puedo.

- ¿Qué es lo que no puedes? - me miro curiosa.

-Nosehacermeelnudo-dije lo más rápido que pude, sentía mis mejillas arder, Hermione me miro confundida.

- ¿Podrías decirlo más lento?

-No sé hacerme el nudo-dije avergonzada, ella sonrió con diversión.

- ¿No sabes? - quiere verme como un tomate, ¿Verdad?

-No, en la mansión mi tía siempre me hacia el nudo, para los eventos importantes-seguramente luego se burlaría.

-Entonces te enseñare como hacerlo.

Me tendió la mano esperando que le entregue mi corbata, con lentitud la saque del bolcillo de mi túnica y se la entregue, la tomo con una sonrisa, la paso alrededor del cuello de mi camisa, sus dedos rozaron la piel expuesta de mi cuello, haciendo que me estremeciera un poco por el tacto, Hermione empezó hacer más movientes con sus manos y con ellas rozaba cada vez más mi cuello.

Le presente poca atención a como le hacía ya que su aroma inundo mis sosas nasales su aroma era una suave mezcla entre vainilla y cerezas, donde la vainilla predominaba.

Cuando termino me di cuenta que hizo un nudo perfecto, ella no se separó, me regalo una sonrisa que devolví por su gran trabajo, con ella tan cerca me di cuenta de la gran diferencia de altura, siendo así que ella tenía que incluso levantar un poco su cabeza para mirarme.

-Es hora de irnos.

Asentí y ambas salimos de la habitación, Hermione me hablaba de cuanto le gusto el libro que vimos en la librería pero sin contarme datos importantes ya que quería que lo leyera, ambas llegamos al gran comedor, no sentamos en nuestra mesa y empezamos a comer nuestro desayuno, los gemelos se acercaron y entablaron un pequeña conversación con nosotras, contándonos como habían hecho distintas bromas al señor Filch asiendo que este los tenga en la mira, nos reímos de lo que nos contaban, cuando fue hora de la clase de trasformaciones, caminamos rápido por los pasillos en busca del salón de clases, en el camino me encontré con mi primo y amigos a los que salude con una abrazo el cual devolvieron, Hermione se mantuvo lejos, algo que me hizo sentir mal, pues sabía que era imposible que se llevar con mis amigos Slytherins, Lucius tenía más perros falderos allí.

CONTIGO Y NADIE MAS.(H.GRANGER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora