Su amor se forma a medida que los años transcurren, vivieron escenarios llenos de felicidad, tristeza, frustración y miedo. Todo lo vivido atreves del tiempo las unió y dio fuerza para continuar su largo y tormentoso camino, que junto a sus amigos...
Draco y yo competimos por ver quién era el primero en utilizar la nueva escoba de juguete que nos había comprado la tía Cissy a escondidas del tío Lucius, porque él dice que es una pérdida de tiempo para los dos, la competencia era simple, nos encontrábamos en el jardín trasero donde se encontraba una buena cantidad de árboles para escalar.
— ¿Listo?
—Nací listo— me sonrió con arrogancia, casi igual a cuando el tío Lucius le sonreía a otras personas.
Le pedí que hiciera la cuenta regresiva y así lo hizo, 3, 2,1, los dos salimos prácticamente disparados hacia un árbol y empezamos a escalar, hace un tiempo atrás aprendí a escalar por lo que no me fue muy difícil hacerlo, en poco tiempo me encontraba casi en la copa del árbol.
Vi que Draco alcanzo una buena altura, pero parecía no querer seguir subiendo.
— ¿Estas bien Draqui? — estaba preocupada porque su cara expresaba que está asustado y también lo sabía porque prácticamente abrazaba al árbol como si de una almohada se tratase.
—No, y no me digas así— me miro feo— ¿po-podemos bajar ya?
— ¿Entonces yo puedo jugar primero con la escoba? — le pregunte emocionada seguramente mis ojos brillaban, el rápidamente asintió.
Empecé a descender rápidamente, ya quería subirme en la escoba seguro iba más rápido que nuestra anterior escoba, cuando llegue al suelo me di cuenta que Draco todavía estaba en la misma posición, escanee con mis ojos el árbol en el que había trepado y me di cuenta de que sus ramas estaban secas, en cualquier momento se podían romper.
—Draco tienes que saltar—puse mis manos alrededor de mi boca para que se escuchara más fuerte mi voz y me pare bajo el árbol.
—Estás loca, Alexia, no voy a saltar— me grito aferrándose aún más al árbol, podría jurar que escuche como su voz temblaba.
—Draco, se puede romper tienes que saltar.
— ¡No! — escuche un sollozo, me empezaba a frustrar que en cualquier instante la rama se rompería y Draco caería y lastimaría, no quería que el lastimara.
—Draco aquí te atrapo— me puse en posición para poder atraparlo, extendiendo los brazos.
— ¿Tienes fuerza? — pregunto cediendo un poco.
—SI.
—Yo peso y tu estas muy flaca.
—¡Draco salta!.
— ¡Peso mucho!
— ¡POR MERLIN DRACO, ERES UN FIDEO SALTA DE UNA MALDITA VEZ!
Draco se sobresaltó y fue gateando hace la punta de la rama, listo para saltar, escuchamos con la rama crujía, los dos chillamos, y el rápidamente salto.
No sabía que un niño de 9 años podía pesar tanto casi beso el piso cuando lo atrape, gracias a Merlín, mantuve el equilibrio, lo solté y nos reímos.
—Draco Malfoy le tiene miedo a las alturas— bromee.
—Oh, vamos estaba muy alto ahí.
—Es menos de un metro— me carcajee cuando se sonrojo.
De repente la maldita rama volvió a crujir ambos volteamos a ver, la rama se estaba desprendiendo del árbol, oh no, rápidamente abrace a Draco quien se paralizo, la rama nos iba a caer encima, Draco y yo dimos un fuerte grito, que lo más seguro es que se escuchó hasta Azkaban, cerré fuertemente los ojos y levante mi brazo derecho intentando protegernos del golpe de la rama que no era para nada pequeña. Pero sentí una rara sensación al levantar el brazo, supongo que es lo que sienten las personas antes de morir.
Pero dicho golpe nunca llego.
—PERO QUE ESTA PA...— era la voz del tío Lusius a mis espaldas, abrí lentamente mis ojos encontrándome cara a cara con la rama que esta ¿flotando? Frente a mí, gire mi cabeza para ver a Draco, que con la respiración agitada me veía sorprendido.
—Cariño, ¿tú está haciendo eso? — era la voz de mi tía, gire la cabeza un poco para poder verlos, ellos me veían sorprendidos, guíe mi vista otra vez a la rama y baje mi brazo lentamente, la rama siguió el movimiento de este ¡Por Merlín! Lo estaba contralando yo.
—S-si— lentamente la deje en el piso y volteé a verlos por completo, mire mi mano intentado comprender lo que paso.
—Esto es sorprendente — dijo el tío Lucius, con ¿una sonrisa? Pequeña pero era una sonrisa, casi ni se notaba pero eso era. Wow él nunca tiene expresiones en la cara.
—Se lastimaron pequeños— la tía Cissy se acercó y nos miró de cerca.
—No—respondimos al unísono.
El tío Lucius se acercó a paso rápido donde estaba yo, me tomo por los hombros, empujándome un poco en el proceso y se puso a mi altura , pensé que me iba a golpear o algo así por lo que cerré los ojos y agache la cabeza , me tomo del mentón con fuerza haciendo que jadeara levemente y lo viera.
—Nunca agaches la cabeza, puede que no sea una Malfoy pero mientras vivas aquí tienes que actuar como tal, y ahora quiero que repitas conmigo— asentí confundida, el tomo mi muñeca y puso mi mano sobre la rama— quiero que digas fuerte y claro, Incendio, si no lo dices bien ya sabes lo que te espera.
—S-si tío— trague grueso, e inhale y exhale — Incendio.
Nada paso.
—Otra vez.
— Incendio.
No sucedió nada.
— ¡OTRA VEZ!
Su agarre en mi muñeca apretaba cada vez más y más.
—Incendio.
— ¡MAS FUERTE, MALDITA SEA!
—¡Lucius! ya déjala en paz— la tía Cissy intento detenerlo pero no hubo resultado sino que el tío Lucius me apretó más fuerte, sentí como una lagrima recorría mi mejilla, Draco estaba abrazado a ella sin vernos.
—No te metas mujer, ¡ALEXIA GRITALO!—grito enojado.
— ¡INCENDIO!
No esperaba que sucediera algo pero de pronto toda la rama se prendió fuego, me aparte de ella rápidamente, el tío Lucius me soltó y corrí a los brazos de mi tía. Se sentía un poco cansada y la extraña sensación volvió a aparecer.
Pobre ramita.
—Ya era hora, ¡POR MERLÍN! Estos son los poderes de los que él hablaba— miraba como la rama se consumía en el fuego — Voy a mandarles una carta a los demás, tienen que saber que yo soy quien tiene bajo su techo a la elegida — sin más volvió a entran en la mansión.
Draco y yo llorábamos a mares y la tía Cissy trataba de consolarnos.
Continuara...
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