Naruto El Emperador del Remolino

Capítulo 2: Final de la batalla entre Bijuus

La invasión estaba en un punto mucho más intenso de lo que cualquiera se hubiera imaginado. Por un lado, habían dos enormes Bijuus enfrentándose en el estadio, por otro lado había una invasión por parte del Sonido y Suna y por último, había una batalla dentro de una barrera en el palco de los Kages donde el Hokage estaba luchando contra el Sannin serpiente. Todo se vería perdido en esta invasión, si no fuera por cierto rubio que apareció para salvar el día. Naruto Uzumaki estaba apoyando a la aldea de Konoha aun después de haberla abandonado y gracias a su maravillosa técnica de los clones, él sólo pudo mantener la situación bajo control.

Ahora nos encontramos con uno de los clones de Naruto, el cual estaba delante de una Ino inconsciente y suspiro mientras decía:

-Siento pena por ella. Tanto talento en su interior y no lo deja salir por culpa de ir tras un chico que jamás le dio ni el dedo. Pero, por eso no puedo dejarla morir ya que me pondría en el mismo nivel que los malditos aldeanos de este maldito lugar.-

Tocó a Ino en el hombro y canalizo su chakra en ella para despertarla del Genjutsu. La rubia abrió los ojos y miró a todos lados hasta que vio una cabellera más rubia que la de ella y lo reconoció de inmediato.

-¡Naruto! ¡Estoy tan feliz de volver a verte!- gritó ella mientras lo abrazaba.

Naruto la miró sorprendido de tal acción, pensando que se estaba comportando de manera muy rara, pero le correspondió el abrazo ya que no quería que se sintiera triste en una situación tan peligrosa cómo en la que estaban. 

-Gracias por tus palabras, Ino. Pero es mejor que pongas tu entusiasmo en sobrevivir en esta situación.- dijo él con seriedad.

Ino se separó de él y observó toda la situación en la que se encontraban con miedo.

-¿Qué está pasando? ¿Por que todos están peleando?- preguntó ella asustada.

-Estamos en una invasión. Orochimaru está invadiendo la aldea con la colaboración de Suna y ahora mismo estamos en una especie de guerra. Ven conmigo. Buscaremos a cierto perezoso que está acostado tratando de evadir este problema.- dijo el rubio mientras tomaba la mano de Ino.

La rubia platinada lo siguió con un gran sonrojo ya que estaba sintiendo algo en su corazón al sentir la mano de Naruto y del hecho de que él estaba tratando de salvarla cuando Sasuke no había estado dispuesto ni siquiera a darle la mano. Ambos caminaron por el estadio hasta que encontraron a su objetivo: un chico perezoso que dormía tranquilamente en el suelo.

-¿De verdad está durmiendo o está ahí por el Genjutsu?- preguntó Ino con dudas.

-Creeme, lo conocemos muy bien cómo para saber que él es capaz de escapar de un Genjutsu por su inteligencia. Y por esa misma inteligencia, él sabrá aprovechar eso para tomar su preciada siesta.- dijo Naruto con los ojos en blanco.

-¡Pero que descarado!- gritó Ino con rabia.

Iba a golpearlo para despertarlo, pero Naruto la detuvo mientras le decía con una sonrisa traviesa:

-¡Espera! Tengo un mejor castigo… Observa.-

Sus ojos se volvieron de un azul oceanico y apareció una esfera de agua que se movió hacia el perezoso. Ino vio esto con ojos sorprendidos, pero luego soltó una risita al ver lo que haría su compañero rubio. La esfera se colocó arriba del Nara y al instante, cayó encima de él, empapandolo por completo. El pelinegro saltó cómo un conejo con tal acto y miró al rubio con ojos furiosos mientras decía: