Nuestro lugar

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Para la desgracia o la suerte de Jimin, él y Yoongi no coincidieron en el desayuno, puesto que el trabajo del alfa seguía tan intenso como en las últimas semanas y aunque Jimin estaba triste, porque esto significaba menos tiempo para ver a su pareja, al mismo tiempo estaba agradecido ya que no sabía cómo actuar con el alfa delante de Hana, Taehyung y Hoseok, después de lo que había sucedido hace apenas unas horas.

Cuando ingresó a la cocina, todos los omegas miraron en su dirección sorprendidos, para Taehyung y Hoseok no era ningún secreto que Jimin y Yoongi se estaban enamorando. Pero ahora, el aroma de ambos cuerpos mezclados con el olor inconfundible a sexo, no pasó desapercibido para Hana. Pero la mujer era sabia, ya encontraría el momento de hablar a solas con su pequeño Jimin y luego con el alfa.

Después del desayuno el día de Jimin transcurrió con normalidad, fue a todas sus clases junto con Taehyung, almorzó en casa de Hana, asistió a su última clase después del almuerzo y finalmente quedó libre por toda la tarde.

Los últimos días Taehyung y Jungkook habían tratado de incluirlo en sus planes, sin embargo, el omega había rechazado cada una, no obstante, el día de hoy Jimin, quien ya estaba con los ánimos repuestos por haber dormido dos noches seguidas con su alfa, aceptó acompañar a su amigo a observar a Jungkook adiestrar un caballo, que según Taehyung, era el mismo que tiempo atrás lo había derribado causando las burlas de los trabajadores, pero ahora, Jungkook podía manejarlo como todo un experto.

Al acercarse al picadero que era donde se entrenaban a los caballos, Jimin pudo ver como un pequeño puñado de empleados rodeaban el lugar, mirando algo muy interesados.

−Ya debió haber comenzado Jimin apresúrate− exclamó Taehyung mientras tiraba del brazo de su amigo para que se apresurara a llegar al lugar.

Ya ahí, Jimin pudo ver que era lo que todos, incluido ahora su amigo Taehyung miraban tan atentamente y pudo entenderlo a la perfección, puesto que en el lugar no se encontraba ningún otro que Jeon Jungkook encina de un enorme y bello caballo pura sangre inglés.

El caballo el cual montaba Jungkook debía medir por lo menos 1.57 de altura y pesar unos 400 kilogramos, era una enorme bestia de bello pelaje café oscuro que se movía con gracia por toda la gran extensión del picadero, Jungkook quien estaba montado sobre él lo hacía desfilar para todos sus espectadores con un trote continuo, cuando de repente dirigiéndose a una de las esquinas más alejadas del picadero, Jungkook se giró junto con el caballo y se quedó quieto esperando algo, cuando Jimin miró en dirección de lo que esperaba su amigo pudo ver como los trabajadores de su padre comenzaban a ubicar diferentes barras y obstáculos formando un circuito de salto.

Cuando ya estaba todo preparado en su lugar, el padre de Jungkook dio su visto bueno subiendo su pulgar.

Inhalando una respiración profunda Jungkook se irguió sobre el caballo, tomó firmemente las riendas y golpeó su costado ordenándole a este que se moviera, después de los primeros pasos rápidamente Jungkook inclinándose sobre el semental comenzó a tomar más y más velocidad, en el momento en que se acercaba el primer obstáculo se pudo escuchar como todos los presentes contenían la respiración.

Jungkook como si fuera todo un experto que lleva haciendo esto toda la vida calcula la distancia precisa para hacer saltar al caballo y como si volara logró pasar perfectamente la barra teniendo un aterrizaje perfecto.

De seguro, si no fuera porque sabían que al gritar podrían romper la concentración del caballo y del muchacho, el público que miraba hubiera pegado un gran grito en victoria y ánimo al joven alfa.

Jimin miraba maravillado al muchacho, jamás imagino que el tonto chico que había conocido más íntimamente en los últimos meses fuera capas de hacer algo tan hermoso y perfecto, él había estado practicando equitación desde el momento que su padre pudo subirlo a un caballo y aun así ni en sus mejores intentos podría lograr algo tan etéreo como lo estaba haciendo su amigo, estaba seguro de que, de estar aquí, su profesor de equitación estaría teniendo un orgasmo.

Mi Estrella BrillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora