Gong Yoo

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Jimin estaba sobre Yoongi besándolo dulce y apasionadamente, Yoongi lo abrazaba y acariciaba su espalda, cuando se separaban en búsqueda de aire, el alfa aprovechaba de oler la piel del menor y lamer tiernamente la unión entre su cuello y su hombro.

−Esto es delicioso cariño... tus besos son deliciosos, pero me gustaría que pudiéramos conversar− dijo Yoongi sin sacar el rostro de su escondite.

−Yoongi por favor bésame quiero sentir tu amor y tu calor, eso me calma y me ayuda más justo ahora.

−Lo sé cariño, yo estaba hambriento de tus besos y tus caricias, de besar tus pequeñas manos− decía el alfa mientras pasaba los labios por los delicados dedos del omega –de tu dulce boca y tu piel suave.

−Entonces hazlo amor, bésame y tócame.

−No cariño, esta vez quiero que hagamos las cosas bien, no quiero que vuelvas a pensar que te equivocaste conmigo o que nos apresuramos. Quiero amarte lenta y deliciosamente, cuidarte, protegerte y hacerte sentir bien.

−Pero ya lo haces amor, me di cuenta de que sin ti en mi vida no vale la pena ¡nada de lo que tengo tiene sentido, ni el dinero, ni esta hacienda, ni mis padres, nada lo hace!

−Tu vales la pena cariño, tú eres valioso y voy a luchar para que lo entiendas, para que veas lo grandioso que eres y que seas feliz, que todo lo que hagas, que todos lo que te rodean haga tu vida feliz... sobre todo yo, mi amor. No me voy a cansar de agradecerle al universo que te halla enlazado a mí, que nuestros lobos estuvieran predestinados a encontrarse y en retribución a esa gran dicha, quiero que cada día de tu vida sea lo mejor para ti y quiero estar a tu altura.

−Basta amor, basta de decir eso porque me avergüenzo... y no digas que tienes que estar a mi altura porque tu eres mil veces mejor que yo, o que cualquiera, mi dulce alfa− dijo Jimin tomando el rostro de Yoongi para seguir besándolo.

−Cariño, ahora que tus padres están en la hacienda es peligroso que salgas para venir aquí, cualquiera podría verte, sobre todo ellos.

−No lo pensé amor, solo quise correr a tus brazos.

−Será mejor que volvamos, quiero asegurarme que vuelvas seguro a casa.

−Está bien pero antes podemos besarnos un poco más− pidió Jimin.

−Ven aquí− dijo Yoongi apresando el cuerpo del menor para tomar sus labios en un profundo beso que duraría más de lo que debían.

***

Durante la madrugada, Jimin volvió a su habitación acompañado por Yoongi en medio de la oscuridad, el alfa ayudó a su omega a trepar para que pudiera entrar a su habitación, tratando de generar el menor ruido posible.

Jimin ya estaba en su balcón cuando lanzó un beso al alfa, despidiéndose de él, con la gran alegría que irradiaba en su cuerpo por estar de nuevo en los brazos de su amor.

A la mañana siguiente, Jimin se levantó feliz, con una sonrisa de oreja a oreja, apenas cruzó la sala, la mucama Jisoo, quien estaba limpiando la casa, le aviso que los señores Park habían dejado el recado de que se ausentaron durante todo el día.

Esa noticia solo trajo más alegría al día de Jimin, puesto no tendría que fingir frente a sus padres.

Salió en dirección a casa de Hana para desayunar, cuando llegó allí parecía que no había nadie, ya que no se escuchaba ningún ruido. Jimin pensó que tal vez era muy temprano o que Hana y Taehyung habían salido.

Abrió la puerta e ingresó a la casa, cuando de repente todos gritaron al unísono −¡Feliz Cumpleaños Jimin!− haciendo al omega saltar en su lugar de la impresión.

Mi Estrella BrillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora