🕓 Dos años 🕓| Parte 13

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Fiesta sin celebración

Rachel

Jadeo exhausta alejando mi cuerpo de Bratt Lewis.

Desde el primer momento en el que entramos a su apartamento no me ha dado descanso.

Después de dos años puedo decir que Bratt ha mejorado muchísimo en varios temas.

Sonríe con los ojos brillantes y llenos de ilusión.

Me abraza contra su pecho desnudo y me besa la frente.

—Te extrañé demasiado.

Se me sube encima.

—Extrañe tenerte así— dice besándome los labios—, extrañé tocarte, besarte, abrazarte, hacer el amor contigo.

Jadeo cuando uno de sus dedos me toca el clítoris.

—Extrañe tu voz— dice masajeando la mi zona sensible.

Gimo alto cuando toca mi punto G y empieza a besarme los senos a la vez que estoy a punto de llegar al climax.

No aguanto más y hago que caiga su espalda sobre el colchón trepandome encima de el.

Sin decir nada le pongo un condón y entro en el excitada.

El gime en mis labios y yo empiezo unos movimientos precisos para el placer de el y parte de el mío.

Siento como mis ojos se oscurecen y empiezo a moverme con salvajismo gimiendo a todo explendor.

Bratt toma mis caderas bajando todo en mi.

Linda ¿se te olvida que no es a Christopher al que te estás follando?

Me muerdo los labios y cuando mi espalda toca el colchón el recuerdo de lo diferentes que son el y Christopher.

Mientras mi ex de solo verme se volvía loco y quería todo salvaje, rápido, y duro, Bratt lo prefiere más calmado y lleno de cariño.

Jadeo fingiendo llegar a la vez que el termina.

Me besa la mejilla y se abraza a mi cayendo dormido.

Hago lo mismo pero en menos de veinte minutos un molesto ruido de una voz chillona me despierta.

Gracias a Dios no es Martha o si no perdía la poca cordura que le queda en estos momentos.

Bratt vuelve al cuarto vistiendo solo una pantaloneta.

—Voy a ir a casa de mis padres— me besa la mejilla—. Te deje una sorpresa en la sala.

Bostezo y me cubro con una camisa de Bratt cuando esté se va.

Serán las cuatro de la tarde y llegué a las once de la mañana.

A duras penas comí algo antes.

Salgo de el cuarto  y voy a la cocina a por algo de comer.

Casi se me cae ni sandwich de las manos cuando ví un vestido precioso sobre el sofá de mi novio.

Hecho a mi medida y gusto.

Tomo la nota que hay sobre éste.

Te espero con este vestido en La mansión de mi familia a las nueve, cuídate cariño.

Sonrío y contemplo el vestido sin poder creerlo.

Este no es el mismo Bratt de antes.

El antes era conservador y odiaba que me vistiera de esa manera en la que ahora con este vestido me influye vestir.

ONE SHOTS| Pecados placenterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora