Capítulo 36

143 21 1
                                    

"No te muevas de la cama durante un rato. Te daré algo de medicina cuando termines".

"...Está bien."

Había una sensación de autoridad imponente que no pude resistir, así que empecé a comer las gachas sola. Tenía un moretón cerca de la barbilla donde me habían golpeado antes, así que tuve que ponerme una venda, pero cada vez que abría la boca para comer las gachas, me dolía, lo que dificultaba masticar bien. Fue una suerte que mi hermano fuera considerado y me trajera gachas.

Levanté la vista en señal de gratitud y establecí contacto visual con mi hermano, que estaba de pie mirándome sin hablar.

"¿No vas a comer?".

"Comeré más tarde, no tengo ganas"

Respondí secamente, mientras mi hermano acercando una silla junto a la cama y sentándose, mirándome comer. Me miro fijamente y dejo la cuchara en la bandeja.

Ante mis palabras mi hermano dijo:
"Come ahora, tienes que tomarte la medicina".

"Entonces come tú también ahora, comamos juntos".

Como responsable de las comidas en esta casa, no puedo dejar que se muera de hambre, quiera o no.
Cuando se dio cuenta de que no iba a echarme atrás, abandonó su asiento y se dirigió a la cocina. Estaba orgulloso de mí mismo, pero cuando vi lo que ha traído, me pasme.

En su mano había una botella de agua de 500 ml y una cajita con cuatro barritas calóricas del tamaño de la palma de la mano. Sabía que Kang Ji Seok las había comprado para picar algo de vez en cuando mientras hacía ejercicio, pero no esperaba que las trajera. Recuerdo que las chicas de mi clase hablaban de que un "RID" moderno debería comerlas tres veces al día. Pero al menos no me moría de hambre, pensé. Una vez más, cogí mi cuchara y empecé a comer poco a poco.

"Te compraré un móvil nuevo mañana".

Estaba a mitad de la comida en silencio. Gracias a la mención de mi hermano, me acordé de repente de mi teléfono. Recuerdo que el joven lo tiró al suelo frustrado, pero debió de romperse igualmente.

"Iras a comprármelo, ah..., te enviaré algo de dinero por ello".

"¿Crees que lo aceptaré?"

"...No."

"Sí, no lo aceptaré, así que ni se te ocurra dármelo".
Se metió en la boca lo que quedaba de la barrita de calorías y engulló el resto del agua. Se aclaró la garganta y se limpió ligeramente los labios húmedos con el pulgar. Me quedé mirándole, hipnotizado, y entonces nuestras miradas se cruzaron.

"¿Por qué me miras? ¿Qué está pasando?".

Me quedé en silencio cuando me lo preguntó. Removí lo que quedaba de gachas con la cuchara, devanándome los sesos, y miré el rostro inexpresivo de mi hermano.

"Algo malo te sucedió hoy".

"¿Qué?"

"No estás sonriendo".

Mi hermano me miró como imitándome, y entonces sus ojos se curvaron en una sonrisa familiar. Pero no era una sonrisa "Kang Ji Geon", parecía más bien que estaba imitando a alguien, y ese alguien era probablemente quien yo pensaba que era.

"No quiero que le imites", le dije, "sólo quiero que sonrías como un hermano mayor".

Ahora que lo dije, me sonrío. Su risa no tiene nada de especial, sólo una sonrisa.

La sonrisa brillante que me recordaba a Kang Ji Seok fue desapareciendo poco a poco de la cara de mi hermano, y lo que quedó fue una sonrisa apagada que se sentía un poco pesada.

Vínculo de Relaciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora