Carta Nº14 a mi querido Layne Staley

28 12 16
                                    

Para ti, mi Layne,

Hola mi Layne, hoy fui al puerto de San Antonio. Otra playa que puedes llegar en bus, que queda a unos veinte minutos de donde me encuentro. Es un agradable y modesto lugar, pero que es muy frecuentado por gente, lo que me desagrada un poco.
Mientras caminaba por el largo puerto, miraba los barcos y botes en el mar y tu recuerdo estaba conmigo.
Me sostuve de los fierros y me puse a contemplar el tranquilo mar. El sol lanzaba sus rayos, y yo ida en todo el paisaje que estaba delante de mí, unas cuantas burbujas volaron a mí alrededor y de inmediato tú te apareciste en mis pensamientos; las observé con detenimiento y alegría y mientras las veía, te amé con todas las fuerzas del mundo.
Continúe caminando por el puerto y de pronto te imaginé paseando a mi lado y sonreí con ilusiones.
Me hubiese encantado que pudieras ver aquel puerto conmigo, que me miraras y me sonrieras. Que lo viéramos juntos, tomados de la mano.
Luego quise pasar al centro para verme algo y cuando entré a una de las tantas tiendas, el chico, que vendía allí, llevaba el cabello teñido de rosa, lo que me sorprendió y me sacó un poco de cordura, porque te recordé de inmediato a ti, mi querido Layne. Me acordé de ti cuando grabaste junto a tu banda, Alice in Chains el MTV Unplugged. Ahí te habías teñido tu cabello de rosa.
Volví al puerto, y ya un poco exhausta, pasé a tomarme un chocolate caliente y te imaginé de nuevo a mi lado compartiendo esa rica bebida, mientras los dos escuchábamos con regocijo las tenues olas del puerto.
Pero eso no me detuvo, en la noche regresé a la playa, en donde me estoy quedando, y visité sus geniales puestos y el tan entretenido rompe ola. El rompe ola es una de las tantas entretenciones de aquella playa, donde las olas se levantan con tanta fuerza que mojan al que vaya pasando justo por ahí y la gente se queda para mirarlas por diversión.
Justo en ese momento las olas estaban en todo su curso, y yo riéndome, me atreví y pasé corriendo, antes de que me mojaran por completo, y mientras corría, te tuve en todo momento presente conmigo.
Te imaginé también corriendo y riéndote, como solías reírte, mientras los dos corríamos evitando que las olas nos empaparan, lo que hubiera sido muy entretenido.
Estos días aquí en la playa has estado más que presente en mí.
Te amo, amor mío.

Tuya siempre.
Stephanie.

Cartas a mi querido Layne (Layne Staley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora