Capítulo 38 Resfriado, besos y tardes juntas

555 49 21
                                    

Tenemos gripe.

Era de esperarse después de la mojada que nos dimos en la lluvia, yo estoy mormada y con fiebre, mientras que Sofía le fluyen como agua y se ha acabado la caja de Kleenex a parte de tener escalofríos. Los chicos y las chicas nos han subido sopita y un montón de dulces, jarabe, pastillas, papel de baño y cobijas.

Nosotras estamos acostadas en su cama de Sofía mientras que los demás están en mi cama tomando distancia de nosotras para evitar contagiarse. Naím compro un montón de legos y estamos armando la torre Eiffel, mientras escuchamos música electrónica, hoy fue el turno de Emma de escoger canciones y nos ha puesto todo un increíble repertorio, definitivamente me declaro fan de este tipo de música.

En estos momentos suena Heroes de Alesso.

Abro un paquete de gomitas en tiritas acidas frutales y me pongo la mitad en los labios y la otra mitad se queda colgando, me volteo hacía Sofía y le señalo con mis dedos la tirita colgando. Ella inclina la cabeza confundida y luego sus mejillas se ponen rojas, aunque no creo que sea fiebre. Con una mano detiene su cabello detrás de su oreja evitando que le estorbe para acercarse, acerca sus labios a la tirita tomándola entre sus dientes mientras le sonrió con inocencia disfrazada de picardía. Nuestras bocas se quedan a centímetros de distancia y yo los borro dejando un pequeño pero tierno beso sobre sus labios.

Me separo dedicándole una sonrisa y ella hace lo mismo mientras que seguimos comiendo. Es entonces cuando caigo en cuenta de que hay mucho silencio y los demás están en la cama de al lado. Volteo rápidamente y me encuentro con cuatro pares de ojos viéndonos con la boca abierta desde la otra cama. Siento como la el calor se me sube a las mejillas.

— ¿Acaban de besarse?— Pregunta Naím con los ojos bien abiertos.

—Ah sí cierto, ya somos novias, ¡sorpresa!— Les digo mientras tomo el rostro de Sofía y estampo mis labios dejando un beso un poco más largo, me separo de ella y les dedico una sonrisa a los demás. — ¡Sofía no se va!—

Todos se levantan emocionados acercándose a nosotras.

— ¡Eso carajo!— Me grita Emma. — ¡Me llenas de orgullo, mujer!—

— ¡Estoy tan feliz por ustedes!— Se acerca Raúl con una sonrisa.

— ¡Ya era hora chicas, un poco más y yo te pedía ser mi novia!— Ahlai me envuelve en un abrazo y siento la mirada penetrante de Sofía a mis espaldas. —Me alegra saber que ya están juntas—

—Gracias chicos— Les digo mientras nos unimos en un abrazo grupal.

—Felicidades a ustedes también, Daniella, me conto que ya están saliendo—

— ¡Daniella, chismosa, nosotros íbamos a decirle!— Acusa Naím señalándome con su dedo. —Pero gracias Sofi, estamos muy felices nosotros también—

Sofía tiene una sonrisa tímida en su rostro y sus mejillas están adornadas por un lindo color rosita.

— ¡Esto amerita una celebración!— Naím se separa del abrazo. —Hay que comer pizza, con papas y juguito de arándano, mientras vemos todos juntos una película—

— ¡A favor!— Le secunda Raúl.

—Ustedes quédense aquí reposando mientras nosotros ordenamos la comida y vamos a comprar las botanas—

Ellos salen del cuarto dejándonos a solas de nuevo, Sofía vuelve a recostarse y yo recargo mi cabeza en su pecho mientras que con su brazo comienza a hacerme caricias en el cabello, me aferro a su cintura y nos quedamos en completo silencio disfrutando de la compañía de la otra. Escucho su corazón latir tranquilo y siento como suenan en perfecta sincronía, ella siempre me transmite paz y tranquilidad.

Entre Libros Y CancionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora