Quédate [ Lewis y Max ]

Closing cycles

Lewis se encontraba inmerso en su propio mundo, sentado frente al piano con una expresión melancólica en sus ojos. Sus manos se movían con destreza sobre las teclas, creando una melodía serena que contrastaba con los susurros ahogados que se escapaban de sus labios. El vaso de whisky yacía olvidado a un lado, mientras su fiel compañero, Roscoe, permanecía a sus pies, como si pudiera sentir el dolor que emanaba tanto de la música como de su dueño.

"Es curioso que tú seas él que está roto, pero era yo que necesitaba ser salvado. Porque cuando no ves la luz, es difícil saber quién de los dos está cediendo...", murmuró Lewis, una frase que se repetía constantemente en su mente. Ya no era la frase motivadora de su padre sobre no rendirse; Ahora solo resonaba aquello.

Tocar esa canción siempre desenterraba recuerdos dolorosos, especialmente aquellos relacionados con la persona que se llevó consigo su alma y corazón. Imágenes de él rogándole a Max que se quedara, que no lo abandonara, llenaban su mente. Promesas rotas de superar el campeonato juntos, de permanecer unidos sin importar quién ganara, se desvanecerán con la realidad de que Max se fue antes de conocer al ganador. Noches de insomnio esperando que Max abriera la puerta, pero nunca sucedió.

En lo más profundo de sus recuerdos, se escondia la herida que lo marco, esta no provenía de la pista de Abu Dabi, donde Max se llevó la victoria, ni cuando este lo dejo, lo verdaderamente doloroso ocurrió dos meses después, en una noche fría en la que descubrió que llevaba cuatro meses de embarazo, solo para que posterior a ello se le informe la noticia de que su bebé ya no estaba vivo. Su llanto inminente, la sensación de agarrarse el estómago, la incredulidad al escuchar las palabras del médico resonaban como un eco persistente en su memoria

Sebastian, siempre a su lado, lo sostenía, pero en ese momento, Lewis ansiaba la presencia de Max pero este ya no estaba, se fue, dejandolo solo. La carga de culpa se posó sobre él, sintiendo que, de alguna manera, debería haber conocido y protegido al pequeño ser que crecía en su interior.

Han pasado dos años, pero no puede dejar de recordar. A pesar de las constantes terapias a las que lo obligan a asistir, la sombra del pasado lo persigue. Cada día, ese vacío lo devora un poco más, convirtiéndolo en poco más que un cascarón.Las emociones escasean en su vida, pero sigue adelante por su madre, sus hermanas y Roscoe, su fiel amigo.

La avalancha de lágrimas aumenta mientras reflexiona sobre cómo llegó a este punto. Las críticas constantes del público y la prensa lo dañaron profundamente. Los desplantes de su propio equipo cortaron las partes buenas que aún le quedaban en su vida. Se preguntaba si ha perdido la magia que alguna vez lo hizo destacar. Incluso personas cercanas, como los dueños de Mercedes, parecen creerlo, ya que se enteró de que su contrato para el 2025 llegaría a su fin sin más aplazamientos

Toto, a quien considera un padre, le sugirió firmar con Ferrari, asegurándole que personas como Jhon Elkan harían que el octavo premio fuera suyo y lo protegerían tanto como él mismo no pudo. Lewis llora por los comentarios que lo señalan como el culpable de que Sainz se quedara sin asiento, aunque habló con Carlos antes de que firmara y le prometió encontrarle un lugar mejor, pero llora mas por el ser que perdio.

Secándose las lágrimas, levantó a Roscoe y lo llevó a su habitación. Con el celular abandonado en la mesa, continuó su camino. Al ingresar, sintió la calidez familiar de su habitación, pero su cabeza le dolía intensamente y su corazón latía desbocado. Sabía que necesitaba sus pastillas, pero como ya era constumbre, durante este mes no las tomaba, porque queria sentir el dolor de la perdida, con las pastillas se sentia fuera de si, no sentia nada, y el queria sentir, sentir que perdio al ser mas importante en su vida, eso era funcionaba como automático

Su celular continuaba vibrando, sinónimo de que lo estaban llamando, sabía que era Sebastián para confirmar su estado de ánimo, que podría hacer si su corazón estaba roto, y sus recuerdos estaban presentes como sombras en su corazón, a veces se arrepiente de haberse permitido amarlo, lo rompió y por más que busqué, no encuentra solución