Apretaba cada botón como si mágicamente su nave pudiera arreglarse y seguir el curso de su camino, estaba entrando en desesperación con el sudor en sus manos evitando morir de la forma más estúpida posible.
Después de una gran discusión en su planeta natal, con el orgullo hasta la garganta y las lágrimas resbalando sus mejillas color fucsia, tomó su única nave de último modelo y se fue en busca de un lugar al cual llamar hogar.. aunque realmente estaba exagerando, si hubo una acalorada discusión con sus padres debido al poco apoyo que daba en la casa (teniendo ya 200 años de vivir con ellos) y tampoco se iba de forma permanente, solo iría en busca de pasar unos meses en otro planeta del cual subsistir a base de algún millonario que lo mantenga a cambio de sexo, cosa que más que cualquier otra podría considerarse él mismo el mayor experto, así que si, su orgullo era lo único realista que tenía en ese momento, siendo tan alto que ni siquiera se dio el tiempo de revisar si su nave contaba con la suficiente gasolina alienígena para un recorrido en la vía láctea de último momento, problema del que se arrepentiría pocas horas de haber despegado.-¡¿MALDITA NAVE ESTUPIDA, ME COSTASTE 20 MESES DE SEXO PAGADO PARA QUE AHORA ME QUIERAS MATAR VIVO?! - dio un noveno golpe al control de la nave, soltando su frustración hacia ella. Ya se había gastado la energía de emergencia y su destino más cercano le daría el 5% de probabilidad de salir con vida al aterrizar. Siendo la única opción que le quedaba la tomó sin pensarla mucho, dirigiéndose a aquel nuevo planeta azul con verde que en otras circunstancias hubiera admirado por más tiempo si no fuera por el fuego que se propagaba alrededor mientras atravesaba la atmósfera.
El sonido punzante de alerta que daba la nave más los bruscos movimientos de caída hacía que Dian no pudiera dejar de gritar, sujetándose fuertemente de su silla, esperando el peor momento (con suerte último) que podría presenciar en su corta vida.
La vista hacia el suelo se hacía cada vez más cercana, cerrando sus ojos de forma automática mientras presionaba sus manos al asiento casi quebrándoselos, pero aquel susto no duró mucho después de sentir un fuerte impacto, haciendo parecer como si de una pelota se tratara, sacando a Dian volando dentro de la nave.Después de varios giros y golpes que podrían haber dejado a Dian en coma, logró recobrar la postura nuevamente al cabo de un tiempo. Sentía cada parte de su cuerpo como si se lo hubieran cogido durante un día entero, o al menos esa era la forma en la que Dian comparaba siempre su nivel de dolor. Apoyo su mano en el suelo, impulsándose lentamente para levantarse; todo era un desastre, abolladuras en el interior de su nave se notaban en todos lados, pero con mucho pesar sabía que eso era como una linda pintura a comparación de cómo se vería desde el exterior.
Con dificultad logró salir tomándose un largo respiro después de poder sentir el oxígeno pasar en sus pulmones. Exhalo e inhalo un poco mientras se preparaba mentalmente para ver que tan mal había quedado su nave de último modelo, hasta que después de agarrar suficiente coraje volteó a ver notando un auto espacial casi irreconocible.
-¡¡MI NAVE!! - corrió rápidamente hacia ella abrazándola como si de su hijo se tratara - ¡¿QUE TE HICE?!, PERDÓNAME HERMOSA, NUNCA ME LO VOY A PERDONAR!! - sollozó sin lágrimas por un rato hasta que después se aburrió y harto, pateando un poco el suelo con textura cosquillosa para sus pies desnudos (al igual que todo su cuerpo). Después de un rato de rabieta se dio el tiempo de apreciar el lugar, notando un bello cielo azul con extraños gases blancos adornándolo, al igual que el verde prominente en todo el lugar.
El planeta tierra... ya había escuchado hablar de ella, pero a comparación de muchos otros planetas, este era de los pocos que aun no se lograba contactar exitosamente con los demás, siendo para el resto de alienígenas, un planeta fantasma. Debido a la ignorancia de sus habitantes por los alienígenas suponía ser de los primeros que pisaban ese lugar, logrando subirse el ego ya bastante alto que tenía mientras agarraba sus cosas y ocultaba a duras penas su nave en un lugar seguro para poder arreglarla después de encontrar los materiales necesarios.
ESTÁS LEYENDO
Rataland 1
FantasíaDian es un alíen que llega por accidente al planeta tierra y buscando un lugar para hospedarse encuentra un pueblo llamado "Rataland", el cual será el principio de su historia y maldición, al igual que la de todos y cada uno de los habitantes. *His...