El ruso sufre de hafefobia, lo cual no le hacía capaz de tocar a alguien, su padre URSS le pide ayuda a su amigo España quien acepta a cambio de algunos beneficios propios y le entrega un androide diseñado para ayudar a los humanos.
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Perú quedó completamente mudo, sintiendo ese casi olvidado sentimiento de verguenza carcomeindo su mente, ese calor en las mejillas y el repentino impulso de querer esconderse como una doncella tímida que se encuentra con la persona que le interesa. Esto contrastaba al mismo tiempo con esa sensación de alivio y felicidad que le surgió cuando escuchó a Rusia reír de forma tan genuina. Ni siquiera podía sentirse ofendido con la escena, aunque fingió que así fue. No, de hecho, sí le ofende un poco, pero ni siquiera tenía energías para pelear por ello.
En su lugar, solo pudo mantenerse en absoluto silencio, contemplando a Rusia, cuando encorvó ligeramente mientras intentaba contener fallidamente sus risas, sus hombros temblando muy suavemente y su cabello plateado se balanceaba como olas del mar sobre su rostro.
"Definitivamente se ve mejor cuando está sonriendo", pensó para si mismo, suspirando resignado a decir algo y simplemente se conformó con escuchar.
Él tenía ese pensamiento de que las personas son mucho más bonitas cuando sonríen, y Rusia no era de esas personas que suelen sonreír mucho que digamos, era más común ver en él un rostro serio, con miedo y llorando que una sonrisa como ahora.
Al menos está mejor ahora que Rusia se distrajo de lo que sea que le estuviera causando conflicto, siempre está la opción de indagar sobre el conflicto hasta encontrar la raíz del problema, pero era demasiado pronto y no quiere presionar al ruso o simplemente se cerraría y entonces sí que tendría problemas.
—No puedo creer que en serio hayas hecho eso —habló Rusia al fin, más calmado y tranquilo, como si se hubiera ido un peso de sus hombros en ese instante— es simplemente... absurdo.
Perú asintió de acuerdo.
Luego siguió un silencio donde podía sentir la mirada divertida de Rusia sobre él.
Y entonces se dio cuenta.
—¡No, espera! ¡No fui yo, no fui yo! Cómo... ¡No escuché bien! ¡¡Eres un tramposo!!
Y ahora Rusia simplemente se cubría la boca evitando seguir burlándose, pero la acción ya estaba ahí y Perú, demasiado metido en sus pensamientos, no evitó caer en la trampa.
Muy astuto Rusia, muy astuto.
Se cruzó de brazos, muy dispuesto a irse y recuperar su celular que olvidó en la habitación donde duerme, y pensar en alguna forma de vengarse de Rusia mientras responde los incontables mensajes de sus hermanos y el de...
¡Mierda, es verdad! Se acercó a Rusia en primer lugar por el mensaje de China.
¿Debería preguntar? ¿Sería apropiado?
¿Por qué lo duda? ¿No es claro ya que esos dos se llevan muy bien? Literalmente Rusia no tuvo problemas en estar cerca de ella y China ya le reveló que eran amigos de la infancia. Rusia realmente debe confiar en ella, tenerla cerca debería ser bueno para que Rusia se sienta un poco más seguro ante personas desconocidas.
