Era agradable despertar cada vez con el suave brillo del sol mañanero golpeando su rostro, ver a través de las ventanas el bello paisaje del bosque que rodeaba el lugar, sentir el viento soplando con suavidad y acariciando cuerpo y desordenando su cabello más de lo que generalmente estaba en el camino.
Después de quedarse unos minutos con los codos apoyados en el borde de la ventana; se disidió por tomarse una pequeña ducha rutinaria, aunque no lo necesitaba ya que no podía producir sudor por cuenta propia aún, pero era una regla de higiene básica así que la seguiría de todas formas.
Incontrolable a sus pensamientos no evitó preguntarse cuanto tiempo durará hasta que esta pequeña misión acabe y tenga que volver al laboratorio con su padre, aunque no le importó mucho al inicio ahora ya no le animaba demasiado irse ahora, sin embargo, ahora quería conocer más sobre las emociones y poder experimentar las por su propia cuenta, pero al mismo tiempo no quería.
Una parte de él estaba insegura sobre si realmente quería volver a sentir.
La última y única emoción que pudo tener fue el miedo, era desagradable sentirlo y sobre todo ver la reacción de su propio cuerpo ante esta sensación desconocida por él en ese momento lo cual solo acrecentaba el sentimiento.
Llegaba un punto en el que todo su cuerpo temblaba, su pecho dolía tanto, así como también se le dificultaba respirar, su vista estaba nublada por las lágrimas que no dejaban de salir y que ni siquiera sabía que podía producir. Simplemente quería dejar de sentir, deseó jamás poder sentir.
Hasta que llegó su padre y con ayuda de otras personas lograron calmarlo, estuvo un largo rato siendo arrullado por el adulto quien solo se dedicó a cantar algunas canciones en español* y dar leves caricias sobre su espalda buscando reconfortarlo.
Quizás sea por eso que su padre quería que ayudara a Rusia.
El miedo fue la primera emoción que sintió, una experiencia por más decir aterradora, no se imaginaba lo que sería vivir prisionero de tal sensación por demasiado tiempo. Pero si podía hacer que al menos intente sobrellevarlo estaría bien para él.
Aunque después de lo que pasó el día anterior, suponía que las cosas iban a ser más difíciles de lo que se imaginaba, la idea de hacer panqueques y quemarlo apropósito ayudó a distraerlo de su tristeza y aligerar el ambiente entre ellos, la llegada de Ucrania ayudó aún más; pero eran situaciones efímeras pues después en la noche pareció evitarlo y se encerró de vuelta en su habitación.
Sabía que no debía forzarlo a nada, hacerlo solo empeoraba las cosas y su pequeño progreso se iría por completo a la basura, lo único que debía de hacer era continuar con la línea de su personaje y seguir ganándose de poco a poco su confianza para poder seguir con el paso dos de su misión.
Cubrió con sus manos su rostro, salpicando un poco de agua.
¿Cómo demonios consigues la confianza de alguien que parece odiar tu presencia?
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Hafefobia- Rusia x Perú
FanficEl ruso sufre de hafefobia, lo cual no le hacía capaz de tocar a alguien, su padre URSS le pide ayuda a su amigo España quien acepta a cambio de algunos beneficios propios y le entrega un androide diseñado para ayudar a los humanos.