Prólogo

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"La vida suele dar para quitar y quitar para dar"
Una frase curiosa que alguna vez oímos, o quizás no. Pero en el caso de Sonic, la escucho muchas veces en su vida, más realmente nunca entendió su significado.

- ¡Vamos Sonic! No tengas miedo, es solo agua. - Grito Garralarga ante aquel joven erizo, quien no pasaba de los 7 años, el cual temblaba de miedo encima de un risco.

- N-no puedo Garralarga... Tengo miedo... - Titubeaba el cobalto mientras se notaba como sus delgadas piernas temblaban por el miedo.

- ¿A la altura o al agua? - Pregunto curiosa aquella búho.

- ¡Ambos! - Grito el erizo, intentandose agarrar de cualquier cosa para no caer.

- No pasa nada mi amor, aprende a no tener miedo, ¡tienes que ser valiente Sonic! ¡Cómo fuiste antes de que te rescatará! - Aquella búho intento inspirar a Sonic para lanzarse.

El joven cobalto, aún temblando de miedo, trago saliva y salto directamente al agua desde lo alto del risco, escuchándose así un muy fuerte grito por parte del meno.r "AHHHHHH" era lo que escuchaban alrededor las personas de la zona, más no le tomaron mucha importancia, muchas personas gritaban saltando de aquel famoso risco hacia el agua. Sonic llegó a tocar el agua hundiéndose un poco para después volver a flote con ayuda de la búho.

- ¡Bien hecho Sonic! - Le felicito la búho tomando el erizo por los brazos

- ¡Garralargaaaaa! - El pequeño aun temblando, abrazo con fuerza a la vieja búho mientras soltaba lágrimas por el miedo.

- No llores Sonic, esto es por tu bien... ¿Si? Te estoy enseñando a ser valiente. Tienes que saber que no siempre podré estar para tí... La policía me busca, buscan mi cabeza, creeme mi pequeño, que amaría poder estar contigo por siempre, pero no será posible. - La búho seco las lágrimas del cobalto.

- Tu me rescataste cuando estaba en las calles, desearía poderte rescatar yo... Eres mi mamá, la única que tengo. - El erizo la miro fijamente a los ojos, el corazón de ambos dolía.

Sonic tuvo que madurar a muy temprana edad, pues con tan solo 4 años el escapó de un orfanato donde lo maltrataban por ser diferente, un año después Garralarga lo rescato cuando el joven erizo estaba en los huesos. Por mala suerte, Garralarga es una vieja criminal buscada, pues tenía como historial, no solo ser guardiana de reliquias antiguas y poderosas, sino que también, haber acabado con la vida de muchos equidnas, los cuales se encontraban en su punto más bajo de vida, una especie casi exista entre los mobians.

- Si ellos supieran que los equidnas te han querido matar por tus tesoros... Estoy seguro que lo entenderían. - Murmuro Sonic, Garralarga solo lo abrazo con fuerza y ambos salieron del agua.

- Las cosas no son tan fáciles como suenan, pequeño Sonic. Aún así, pase lo que pase, quiero que me prometas algo... - Garralarga miro fijamente a su hijo.

- ¿Que cosa? - Pregunto curioso el cobalto, Garralarga no era de pedir favores, eso lo mantenía inquieto.

- No importa que me pase, o que suceda, prométeme que aquello que te hace especial lo usarás para el bien y salvarás a todos los que puedas, haciendo tu propia justicia. - La búho llevo uno de sus dedos emplumados a la nariz del erizo.

- ¿Incluso a los equidnas? - Pregunto en un tono suave.

- Si, incluso a los equidnas. No olvides, la vida suele dar para quitar y quitar para dar. - Ella rio.

Garralarga a vista de todo el mundo era solo una asesina, una criminal sin remedio, pero para Sonic, ella era la mejor madre del mundo, se sentía demasiado afortunado de tenerla. Lamentablemente cuando Sonic cumplió los 10 años de edad tuvo que alejarse de ella, pues cada vez les quedaban menos sitios para esconderse, Garralarga no quería que los policías le hicieran algo a su pequeño Sonic por solamente estar involucrado con ella, así que ambos tuvieron que partir diferentes caminos... La despedida fue dolorosa, quebraba los corazones de ambos, pero era el momento de dejar ir...

No Hay Segundas Oportunidades [Shadonic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora