CINCO

440 68 17
                                    

El omega ya estaba irritado, no es que no le guste ver a sus amigos y estar al tanto de su generación. Pero, cada año preguntaban por Hyunjin, la infinidad de preguntas que hacían sobre los dos lo abrumaba, cada ocasión fingía enfermarse o tener que salir, evitando a toda costa responder sus preguntas.

Este año era lo mismo. En todo caso, su estrés comenzaba cuando la universidad de contactaba con el para la contratación de los servicios de banquetes que ofrecían los negocios de Felix, cada año los organizadores intentaban obtener un mejor precio, pero, Felix amablemente les daba un costo favorecedor para el negocio. Después era toda la organización y mil cambios que hacían los organizadores, porque no se saben decidir o por las omegas tan fastidiosas en querer cumplir sus caprichos.

Una vez el diseño, la estructuración, la organización y fechas establecidas, el día de entrega era meramente agotador. Desde temprano Felix tenía que supervisar que todo se hubiese entregado en tiempo y forma, le firmaban de entregado, regresaba a su casa y después se duchaba, cambiaba al cachorro y lo dejaba con su mamá.

Este año sería diferente, pues la organizadora de la reunión decidió colocar un área para cachorros y 5 niñeros, de esta forma no tendrían que preocuparse o ire rápidamente, ya que anteriormente la mitad de los ex estudiantes no iban o se retiraban temprano por sus cachorros.

"¿Lo vas a llevar?" Cuestionó Jeongin del otro lado de la línea.

"Si, mi mamá se fue con mi tía y no tengo niñeros, ya que son ustedes los que cuidan a Jikyong cuando estoy ocupado."

"De todas formas esteremos juntos así que no hay mayor problema." Confirmó Yang. "Felix, ¿Puedo hacerte una pregunta?"

"Serían dos." Río el pecoso, mientras terminaba de cambiar a su cachorro.

Aunque Jikyong ya estaba aprendiendo a ir al baño, Felix seguía poniéndole su calzoncito entrenador, porque en cualquier ocasión podía ocurrir un accidente.

"¿Cómo es tener un cachorro?" Soltó el omega a través de la línea telefónica.

"¡Por el amor de la diosa luna! ¿Estás en cinta?" EL pecoso pregunto emocionado.

"No." Negó rápidamente Jeongin. "Pero, es que estoy por casarme con Channie y obviamente en cualquier momento puedo quedar en cinta, porque no nos estamos cuidando."

"¿Ya lo hablaron?"

"Si, quedamos en dejar de cuidarnos y en el momento que quede en cinta, es porque así lo quiso la Diosa Luna."

"Estoy muy feliz por ustedes." Sonrió el pecoso a pesar de no ser visto. "Pues ustedes ya saben como es cuidar un cachorro, porque me han ayudado a cuidar a Jikyong desde que era muy pequeño. Pero, el embarazo puede ser muy difícil. No digo que para ti lo sea, ya que tienes a tu alfa a tu lado."

Suspiró recordando esa época. No es que no haya disfrutado su embarazo, porque realmente amaba cada comento de él, a pesar de los vómitos, los mareos, lo sensible que lo puso el embarazo, el había disfrutado cada etapa; la primera ecografía, los primeros movimientos de su cachorro, cuando compró el primer mameluco, la cuna, su sillita mecedora, sus cobijas, los juguetes, los pañales, el atesoraba cada momento.

Pero debía admitir que tuvo momentos muy difíciles, donde deseaba tener a Hyunjin con él, tranquilizarlo cuando necesitaba de su olor y su seguridad. Su lobo siempre le reclamó que no le dijese a Hyunjin y evitó comunicarse con el pecoso, a excepción de su cachorro, que era la única razón por la que aun mantenía contacto con él y es que las ganas de morirse se hicieron presentes en el primer trimestre, pero el hecho de pensar en su lobito hacia que se levantara cada día.

Lee's SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora