MI ADORABLE DEMONIA || FREENBECKY (G!P)

Capitulo 52 : Conquistar

BECKY

Después de deambular por las calles de Nueva York todo el día, me detuve en un bar no muy lejos de mi hotel. La noche acababa de empezar y el bar ya estaba medio lleno. Los amigos o las parejas se sentaban en una mesa y pedían todas las fotos que podían. Algunos de ellos ya estaban borrachos porque sus idiotas de amigos los animaban a beber de una sola vez. De todos modos, estaba a punto de estar en el mismo estado que ellos. De hecho, estaba en mi tercer trago de la noche. El camarero hablaba conmigo de vez en cuando para asegurarse de que estaba bien. Estaba sentada en el taburete alto en el otro extremo del mostrador, para poder ver a la gente caminando frente al establecimiento.

"Sírveme algo muy fuerte. ¡Ya no quiero sentir nada! Sentimientos de mierda", me quejé mientras dejaba caer violentamente mi vaso sobre la mesa. El camarero sacudió la cabeza con desesperación. Debe haber estado acostumbrado a servir a la gente rota.

"Sea cual sea el problema que tengas, deberías ir a hablar con esa persona. Estoy seguro de que solo necesitan abrirse el uno al otro", afirma como si acabara de llegar a la solución definitiva en la que nunca antes había pensado. Realmente no estaba de humor para recibir consejos, así que miré hacia arriba para ver su cara. Era un anciano con bigote italiano. Estaba en buena forma para su edad, ya que su construcción era la de un hombre de 20 años. Parecía sincero, no parecía estar allí para burlarse de mí. Así que suspiré y jugué con mi vaso vacío frente a mí.

"Ella ni siquiera quiere verme, así que ¿qué sentido tiene?". Estaba tratando de racionalizar la situación pensando que era mi karma. Recuerdo el dolor que le infligí ese día. Las flores que tenía la intención de regalar al padre de Jane estaban destrozadas en el suelo. Esta vez fue mi turno de sufrir.

El camarero quería mantener la conversación, pero algunos clientes lo habían llamado para su servicio de alcohol. Me perdí en mis pensamientos de nuevo mientras miraba a la gente que caminaba bajo la fresca noche de Nueva York. De repente, tuve que llamar a mi conciencia y dejar a un lado la sensación de que me iba a caer de mis heces en cualquier momento. Entrendí los ojos y sacudí la cabeza para eliminar este efecto de doble visión. El alcohol me golpeó fuerte, ojalá no hubiera estado borracha ahora.

Vi desde lejos a un hombre que se parecía a Cameron. Casi me atreí a decir que era él porque reconocí su caminata. Mi corazón empezaba a latir rápidamente una vez más mientras miraba a la chica que estaba a su lado. Era una pequeña chica rubia con un largo abrigo beige que todavía dejaba aparecer sus hermosas formas. Me sentí aliviada al saber que no era Khun Sam, pero también estaba enfadada. Si él estaba en una relación con ella, ¿qué estaba haciendo en ese momento con una chica bonita que estaba tan aferrada a él como siempre y se reía de todo lo que decía?

No queriendo perderlos de vista, golpeé algunos billetes en el mostrador y salté del taburete que asustó a la gente en el bar. Me las arreglé para no caerme, no sé si fue por la adrenalina. De todos modos, los detectaré rápidamente. Estaban a solo unos metros de donde yo estaba parado. Caminé rápido o más como si corriera hacia ellos antes de detenerlo tomando su hombro y empujándolo contra la pared. La rubia gritó, se sorprendió al verme agarrar el cuello de la chaqueta de Cameron.

"¿Qué diablos? ¡¿Becky?!"

"¿Qué diablos estás haciendo con otra chica? ¡¿Tienes a Khun Sam y te atreves a engañarla?!" Le grité. La chica rubia, que inicialmente estaba sorprendida y asustada, ahora estaba furiosa por lo que acababa de escuchar.

"¡¿Estás saliendo con Khun Sam?!" Dijo con una mirada desconcertada.

"¡Guau, guau, guau, todo el mundo cálmese, ahora! Estás yendo demasiado lejos y creo que ha habido un gran malentendido", nos detuvo poniendo su mano delante de nosotros como señal de detenerse. Ahora era mi turno de mirarlo con una mirada confusa y estúpida porque acababa de decir: "En primer lugar, me gustaría que me dejaras ir porque estás dañando mi bonita y nueva chaqueta de Ralph Lauren", lo dejé caer en contra de mi voluntad, pero tenía derecho a explicarse.