MI ADORABLE DEMONIA || FREENBECKY (G!P)

Capitulo 54 : Agridulce

KHUN SAM

"Lámela entonces", gemi contra sus labios. Sabía que me había perdido con ella tan pronto como sus ojos perforaron los míos. Puse tantas barreras en los últimos meses que fue suficiente para que ella me mirara y yo las rompiera. El estado de ánimo de la habitación se había convertido en una espesa tensión sexual y nerviosa.

Parecía una pequeña virgen que estaba esperando a que alguien la guiara para su primera masturbación y le dijera que no era un pecado. Su lengua húmeda que me hacía cosquillas en los labios mientras se veía obligada a entrar y conocer el entorno en el que solía encontrarse. Ella no necesitaba mordisquearme el labio inferior para que pudiera probar cada parte de mi boca.

"No tienes ni idea de lo mucho que extrañaba la suavidad de tus labios", dijo con una voz ronca mientras me quitaba mi falda y la dejaba que se deslizara sobre mis piernas. Sus manos, que podrían mojarme con solo mirarlas, me agarraron el culo masajeándolos generosamente. Me quité mi suéter de lana que me dio un estilo estudioso de la escuela secundaria mientras ella me miraba con los ojos hambrientos. Se humedece los labios pasando su hábil lengua sobre ellos. Si no hubiera estado tan excitada, le habría arrancado la camisa, pero era, por primera vez, egoísta. Quería que se centrara en mí para darme todo el placer que pueda conseguir. Ella vadeó con sus dedos a lo largo de mis caderas antes de detenerse en la pretina de mis bragas, "Creo que tendremos que quitarnos esto muy pronto".

"Deberías sacarlo en mi dormitorio", puse mi mano en el que se había detenido en mi parte íntima.

"Como debería porque estás empapada, cariño", se frotó la punta de la nariz contra la mía. Ella fue capaz de hacer algo lindo cuando prácticamente nos estábamos follando los ojos la una a la otra. La tomé de la mano y la tiré por el pasillo donde estaba mi dormitorio. El apartamento estaba extrañamente templado para una tarde soleada y fresca.

Antes de que pudiera darme la vuelta, Becky había puesto sus brazos alrededor de mi cintura y me había besado mientras subía por mi cuello hacia la mandíbula. Ella me lamió y me chupó detrás de la oreja, este monstruo conocía perfectamente todos mis puntos débiles.

"Quiero complacerte primero, ¿me dejas?" Preguntó

"Está bien", por supuesto, quién era yo para rechazar tal solicitud. Me preguntaba si ella no era capaz de leer mi mente o si yo era muy obvio lo que quería entonces, en este caso, ella era buena para descifrar mis emociones. De hecho, no sabía lo que quería decir con darme placer. ¿Me iba a lamer y tocarme con los dedos hasta que me quedé sin voz para gritar o iba a tratar de impresionarme? Podría seguir haciendo suposiciones solo de que había parpadeado que ya estaba en la cama con ella. Ella se había acostado contra la cabecera de la cama y yo estaba entre sus piernas abiertas. Estaba empezando a ver a qué se estaba metiendo y por qué no se había desnudado.

"Déjame darte placer, prometo hacerlo bien", me besó la parte superior de la cabeza y me dejó posicionarme cómodamente. Me desenganchó el sujetador y lo tiró al suelo, un gruñido se deslizó por sus labios. Una mano estaba sobre mi estómago haciendo círculos invisibles mientras la otra jugaba con mi pezón duro. Ella lo pellizcó ligeramente, lo que me envió una ola eléctrica: "Desde que te fuiste, no ha habido ni una sola noche en la que no haya pensado en ti", me susurró al oído y me lamió el lóbulo.

"Mmmh..." ella jugaba con mis dos pechos para que uno no se sintiera descuidado. Mi pelvis se doblaba cada vez que su mano se movía cerca de mi vagina mojada. Todavía se las arregló para burlarse de mí porque sabía que quería: "Maldita sea, Becky..."

"¿Deberíamos tomarlo con calma, nena, o ya quieres mis dedos dentro de ti?"

"¡Oh, dios mío, sí!" Finalmente sumergió su mano debajo de mis bragas. El calor de su palma se extendió a mi piel, lo que me dio una sensación indescriptible. Lentamente dibujó la hendidura de mi vagina donde la golpeó, lo que nos permitió escuchar lo mojada que estaba.