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𝓨   estaba ahí, en el prestigioso hotel de su hija

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𝓨   estaba ahí, en el prestigioso hotel de su hija. Atendido como el mismísimo rey, siendo alabado por otros, sin que sepan que realmente la mayoría de los rumores sobre él eran falsos; incluso muchos decían que era un alpha de gran poder, pero eso solo eran falacias inventadas, aunque sí prefería que pensaran eso, nadie lo vería como un ser tan poderoso si supieran que es un omega, el temido gobernador del inframundo siendo tachado como débil por eso, sería inaceptable para él.

𝓒on fastidio observaba a Alastor, el demonio de la radio que hacia sus días menos aburridos, convertido en un auténtico enemigo por la cercanía que éste tenía con su hija. Verlos tan juntos, donde fueran siempre estaba al lado del otro, como una pareja.

── ¡Nah! ¿Ellos siendo una pareja? ¡Claro que no! Mi hija tiene mejores gustos.── Refunfuñaba, apoyado en la barra del bar.── ¡Tú! Segura sabes más sobre ellos, ¿tienen algo?

── ¿Qué? ── Husk observó con extrañeza al contrario.── Charlie tiene novia, Vaggie, es una beta.

𝓐l escucharlo, no pudo evitar dar un salto de felicidad, como si saber eso fuera la mejor noticia que le habían dado.

── ¿A ella le gustan las mujeres? Sabía que teníamos tantas cosas en común.── Rió, sonriendo con triunfo.

𝓣omó el vaso de licor, observandolo aún manteniendo su característica sonrisa, celebrando en su interior sobre esa noticia. Había estado nervioso todo ese tiempo, porque recordaba todas las tristezas que tuvo que afrontar junto a Charlie, cuando ésta tenía una pareja. Todas las rupturas de corazón, llantos y intentos de consejos amorosos, sabía que eso era parte de la adolescencia de todo demonio, que ahora ella podría afrontar todo eso sola, pero seguía siendo un padre preocupado, ella era su pequeña cachorra, la luz de sus ojos, no le caía bien al estómago pensar que podría haber estado en una relación con Alastor, alguien peligroso, demasiado peligroso.

── Que alivio, no tendré que soportar esa estúpida sonrisa tanto tiempo. No más yernos, los hombres son traicioneros. ── Refunfuño.

── ¡Parece que el rey del inframundo está hablando solo otra vez! ── Esa voz. ── No creo que Charlie sea de mi gusto, honestamente.

𝓛ucifer sintió un suave escalofrío en su espalda al escuchar su voz, tan de repente, ¿acaso escuchó todo lo que estaba diciendo? Fingiendo seriedad, se dió la vuelta para observar al contrario. Era alto, vestía bastante bien y como lo sospechaba, se veía como alguien de temer, aunque él no sentía miedo con su presencia, podía derrotarlo con el dedo meñique.

── ¿Y tú eras? ── Levantó una ceja, manteniendo una mirada sería. ── ¡No lo recuerdo! ¿Eras el de limpieza, no?

── ¡Haha! No. ── Pudo notar el tick en el ojo de Alastor, mientras reía. ── Mi nombre es Alastor, seguro me conoces por mis grandiosas transmisiones de radio.

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