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"Quiero llorar toda la noche solo porque las cosas no parecen avanzar y me duele seguir luchando así"

Después de ese día en la playa, ser felices ambos a pesar de ser completamente diferentes, decidí ser su apoyo y que ella sea el mío

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Después de ese día en la playa, ser felices ambos a pesar de ser completamente diferentes, decidí ser su apoyo y que ella sea el mío.

En mi planeta era complicado; pendientes por aquí, cosas por allá, problemas siempre, y yo solo existía a través de eso. Alguien que solucionaba y ayudaba, más no al que ayudaban.

Una mañana tranquila mientras decidía que hacer con Dixie como compañia, siendo un tanto complicado y sintiendo el golpe de soledad al no saber que hacer sin ella. Ya lo había hecho antes, pero ahora no se porque dependo tanto de ella, como si fuera una batería.

No quise tomarle tanta importancia porque se que puedo ser alguien independiente en un mundo desconocido, aunque era difícil desconociendo aún mis alrededores.

Algo muy complicado iba a ser conseguir comida, el hecho de que mi apetito nunca sea satisfecho de manera eficiente es complicado al momento de hacer durar la comida, acabando con el refrigerador en poco tiempo

-Rayos... No hay nada para comer- dije mientras esculcaba en el refrigerador tratando de encontrar algo comestible

Dixie solo me miraba extrañada del como movía todo del electrodoméstico para no encontrar nada.

De pronto, un sonido desconocido se oyó, instintivamente mire hacia abajo siendo mi estómago el emisor del sonido. Empecé a frotarlo mientras buscaba desesperadamente por algo para alimentarme

-Cielos, creo que tendré que ir de compras yo solo- murmuré para mi mismo sin quitar mi mirada de Dixie, quien me miraba con la cabeza ladeada, como si tuviera una duda.

Mi mente se empezó a llenar de ideas y de cosas que comprar para que esta misión pueda ser un éxito. Corrí a la habitación de Sienna y busqué algo más que vestir aparte de esta camisa vieja y unos shorts holgados, también zapatos, desde que en Australia no los necesitas para salir ha sido más fácil aunque no me gusta la idea de pies descalzos en suelo que ya muchos pisaron.

Estaba listo, una nueva aventura con nuevos sentimientos, nuevas personas que probablemente no vuelva a ver, nuevas texturas, olores y paisajes. A esta grandiosa experiencia se le llama "ir al supermercado".

Una vez que abri la puerta de nuestro hogar, y vaya que se siente genial decirle "nuestro", Dixie decidió que tenía otros planes y salió corriendo en cuanto abri la puerta, siendo imposible atraparla de inmediato.

Así que ahí me tienen, corriendo por las calles de Sydney tratando de atrapar a una pastor australiano como un loco, robándose las miradas de todos los transeúntes. Algo no tan recomendable para un ser que no es de este planeta.

Con todas mis fuerzas la perseguía, deteniendo el tráfico y casi siendo atropellado por conductores sin culpa de que un loco este persiguiendo a un perro. No entendía su nombre, no sabía a donde iba, y mucho menos entendía como al tener todo en una casa tan acogedora decidió huir. Pensé en llamar a Sienna pero el hecho de no traer mi teléfono por las prisas me hizo reaccionar

Después de unos cuantos minutos, veo como se detiene en el Strathfield Park, un parque realmente bonito y donde sacaban a pasear frecuentemente a Dixie, supongo que por eso llegó aquí. Aún estando ahí no paraba hasta que se sentó en frente de una figura femenina y dos masculinas, que disfrutaban de la vista.

- Oigan, ¿no es Dixie? - la mujer ladeo la debía tratando de analizar al animal enfrente de ella, llamando la atención de sus dos amigos a palmaditas en sus brazos, ambos voltearon y vieron al animal también. - ¿Qué haces aquí preciosa? Estás muy lejos de casa.

-¿Se le habrá escapado a Sisi mientras paseaban?

-No creo, ella está trabajando ahora- dijo el pelinegro de rulos, fijándose la hora y desameritando la teoría de Jisung, mientras aquel trío se preocupaba de el repentino encuentro con la mascota

Pensaban que hacer, dándole mimos y acariciandola hasta que escucharon una voz lejana.

-¡Dixie, ven acá! - Grité desde la lejanía, corriendo mucho más rápido al ver que personas la tocaban y retenían.

-¿Ese quién es?- Preguntó a sus amigos Changbin mientras veía a aquella persona desconocida acercándose a ellos

-¿Será un liguesillo?- Dijo en forma graciosa Jisung, no sabiendo que vínculo sería el mío con su amiga

El trío me miraban confundidos hasta que por fin me acerqué y tomé del collar de Dixie, abrazándola fuertemente y con mucho cariño.

-¡No se te ocurra volver a asustarme así! Sienna me mata si se da cuenta que te escapaste de mi- Murmuré como si de una mamá con un hijo perdido se tratase, acariciandola y soltandola lentamente pero sin dejar mi agarre de su collar sin lastimar la.

El trío de amigos estaban sorprendidos de que conociera a su amiga, no seguros de haberme visto antes y mucho menos con su mascota. Yo levanté mi vista, notando como me miraban y empezando a sentirme nervioso con sus miradas confundidas

-Ahmm... Gracias por retenerla- Dije con una sonrisa nerviosa y tratando de escapar lo más rápido de ahí.

-Disculpa, ¿es tu perro? - Me preguntó la mujer con ellos, tratando de sonar amable pero su clara confusión dominaba su tono de voz.

-No, es de mi compañera de cuarto- No sabía que decir, al fin y al cabo, no era una total mentira ya que pues vivía con ella, pero no sabía que éramos. Solo dije lo primero que se me ocurrió.

-De pura casualidad, ¿no se llama Sienna?- Preguntó el castaño, acomodándose sus lentes y viendo directamente hacía mi, como si fuera un ser extraño, aunque... Equivocada no estaba

-Ahmmm, no... Se llama Dixie- Dije de la manera más amable posible, tratando de ignorar la forma en la que me veía.

-Ahh, okay- Dijeron al unísono los tres amigos relajando sus músculos faciales como si no hubieran estado interrogandome minutos antes. -Espera... ¡¿Conoces a Sienna?! - Dijeron en voz alta de nuevo al unísono muy sorprendidos por este encuentro tan casual.

Y ahí iban de nuevo las interrogaciones

Y ahí iban de nuevo las interrogaciones

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 ᥲ𝗊ᥙᥱᥣ ⍴rіmᥱr ᥎ᥱrᥲᥒ᥆ ☀︎♥︎ -Lee felixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora