Siempre te ame ─ Salvis (2)

especial: San Valentín

—💗—

¡Holaa de nuevo!. Está vez decidí hacer un especial de San Valentín un poco tardé, este será un mundo alternativo, ya qué ésto realmente no pasará canónicamente en mi fanfiction, ¡disfrútenlo!.

~🩵🫱🏻‍🫲🏾💛~

De nuevo aquí, encerrado en cuatro paredes, en un aula donde dan clases en un sitio llamado "escuela secundaria". ¿Cuando saldré de aquí?, quiero quitarme la prótesis facial, no me deja respirar con normalidad de la agitación de este día, una ansiedad rodea todo mi cuerpo, me ate el cabello con una coleta básica ya qué de los nervios no me podía dar lujos, recosté mi cabeza sobre mi pupitre, mire a todos salir o entrar con regalos, otros ya declarados, o otros al final del aula besándose como si diera envidia: no das envidia, das pena. Quería tirarles una piedra pero saldría expulsado o con una advertencia. Mis ojos azules recorrieron el lugar, hasta qué ví a Travis entrar a mi aula, levanté mi cabeza, viéndolo acercarse a mi con un ramo de flores, todo el aula se me quedo mirando, pero yo me emocioné.

—Travis, ¿y este ramo para quién es?...—

—Para el que tengo colgado... Obviamente para tí, maricon.—

Me reí de su comentario, honestamente no me molestó en absoluto, tome el ramo con mis flores, realmente no fue un ramo de flores pequeño, fue uno grande, apenas cabía en mi mano.

—No tenías porqué hacer eso...—

—Te lo tenía planeado dar de anticipación, y si no lo quieres lo tiró a la basura, es para tí, no se lo pienso dar a alguien más.— no costumbro ser  tan rudo con Sal, pero no quiero que siempre piense que no merece nada, merece más de lo que cree.

—Gracias...—

—¿Porque estás tan solo?...—

Al escuchar esa pregunta, rápidamente con mi mirada les señale todo el desastre en mi aula, incluso la parejita que se estaba besando y casi desnudándose. La mirada del moreno parecía irritada, y me agarró del brazo.

—vamonos de aquí, pasemos el rato en otro lugar, y para la pareja de allá atrás, no nos importan que tanto se quieren coger, ¡estúpidos!...— grité de forma audible para todo el aula, Sal se levantó y me agarró de la mano para sacarme del lugar, aún no sabía que haría con las flores.

Pero realmente en la mente de Sal estaba totalmente agradecido con Travis, ya qué nadie había dado algo así, mi mano sostenía el ramo de flores, acerqué mi nariz y olía espectacular estás flores.

—Travis...— lo llamé con mi voz.

—¿pasa algo?...—

—¿Puedo acercarme a tí?—

—¿Para que?, no hagas mariconadas en público.— puse los ojos en blanco, pero debía de admitir que darle el ramo frente a toda su clase fue una mariconada, y e el fondo sabia que podía devolverme el favor.

—No tengo algo que darte, así que solamente puedo demostrar mi agradecimiento de esta forma, ya qué mi regalo para tí lo dañaron algunos chicos...—

—¿quienes son los mocosos?—

—vamos, hoy no quiero peleas.—

Me acerqué lentamente a su cuerpo, presionandolo contra el mío, note que su cuerpo tembló de los nervios, acerqué los labios metálicos y le di un beso en la mejilla improvisado, tomándolo de la mano para separarme.

Dios niño... Me estás volviendo loco, no me interesa el si me das un regalo, pero esto es mejor que otra cosa...

—¿eso es todo?, quiero golpear a esos tipos.—

—otro día Travis, hoy no.—

—¿Porque?, se metieron contigo, no merecen piedad.—

Pasaron varias horas mientras estábamos juntos, antes de salir de clases, mire como él me llevó a la parte de atrás de la escuela a la cancha, me quedé confundido varios segundos, Travis no acostumbra hacer estas cosas, miré qué tomó un pequeño parlante no tan saturado. Escuché que puso una canción de amor, agarrando mis manos

—¿quieres bailar?, no pienses que me gustas, maricon...—

—Yo creo que sí te gustó, y mucho.—

—callate, solo suelta tú cuerpo y comencemos a bailar.— tomé sus manos entre las mías, entrelazando mis dedos, puse una mano en su pequeña cintura, me sonroje por como se sentía su cuerpo, recostando mi cabeza en su hombro mientras comnezabamos a bailar al ritmo de la música.

—Travis....—

—¿que quieres Sal?—

—Te amo..—

Hubo un silenció incómodo, hasta qué escuché su voz de nuevo, haciéndome sonreír debajo de mi prótesis facial.

—Yo también... Estúpido maricon...—

Cómo no amarte..... Eres tan perfecto como la canción que estaba sonando, mi sueño hecho realidad eres tú Sal...

—💌—

FINNNNNNN