CAPÍTULO 85: 'UN BREVE SUEÑO'

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Después de mucho tiempo, Mingwei finalmente apartó su mirada, viéndolo fijamente y lentamente abrió la boca para preguntar: ___ El niño que fue secuestrado de la familia Ming en aquel entonces, ¿fue realmente Ming Chenxing?

Inesperadamente, a que hiciera esta pregunta, el rostro de Lu Fengzhou se mostró ligeramente pensativo, pero aun así dio una respuesta: ___ Sí.

Mingwei asintió con la cabeza, sin seguir indagando en lo mismo, girando la cabeza para mirar su propio rostro reflejado en el enorme ventanal del suelo al techo. Recordó que antes de cumplir los diez años, mantenía una relación con Lu Fengzhou que nunca llegó a saberse. Con los antecedentes familiares y el estatus de Lu Fengzhou, cómo iba a tener la oportunidad de conocerlo.

Según las palabras de Wen Jiasheng, antes de que ocurriera ese secuestro, Ming Chenxing y Lu Fengzhou también eran personas de mundos distintos. Fue la deliberada disposición de la familia Ming la que permitió que sus destinos se cruzaran durante los siguientes diez años aproximadamente. Aunque para él, era innegable que el año que Ming Chenxing y Lu Fengzhou se habían conocido ahora le pertenecían al propio Ming Chenxing y no tenían nada que ver con él. Pero lo que era igualmente innegable era que la familia Ming seguían robándole lo que por derecho le pertenecía.

En su memoria, después de ser rescatado, también se había sentido aturdido y enfermo durante un tiempo. La pulsera de cordón rojo que Lu Fengzhou le había dado en la fábrica a lo mejor también se la había llevado la familia Ming en aquel momento. La cicatriz de la frente de Ming Chenxing no parecía fingida, y la rectitud con la que se respondía a sí mismo no parecía que estuviera mintiendo. Tal vez existía tal coincidencia. En aquella ocasión Ming Chenxing tal vez sí se cayó y se lastimó la frente, lo que también le produjo perdida parcial de la memoria a causa de la fiebre.

La familia Ming siempre estuvo en guardia para que no le arrebatara los derechos de propiedad y de herencia que le correspondía como heredero de los Ming, pero cuando esas personas le quitaron las cosas que le pertenecían, no mostraron la más mínima vergüenza. Las cosas que le habían sido robadas por la familia Ming, no sería demasiado pedir, si quería recuperarlo.

Mingwei bajó la cabeza para mirar el escote de su pijama, los dos botones que originalmente debían estar abrochados seguían ahora abiertos. Tocando los botones de su pijama con ambas manos, no volvió a abrochárselos, en su lugar desabrochó lentamente los pocos botones que le quedaban.

___ Entonces, ¿quieres hacerlo esta noche? Hermano ___. Preguntó Mingwei mientras levantaba la cabeza.

Lu Fengzhou olfateó y sus ojos se entrecerraron suavemente: ___ ¿Dónde quieres que lo haga?

___ Mi hermano tiene la última palabra ___. Los ojos caídos de Mingwei se tiñeron con una leve sonrisa.

___ Entonces será aquí ___. Lu Fengzhou se acercó a él, un leve interés recorrió sus ojos.

Sin decir más palabras superfluas, Mingwei alargó la mano para desabrocharle el pantalón del pijama frente al cuerpo de Lu Fengzhou. Sin tener tiempo de terminar de desabrochárselo, Lu Fengzhou lo apretó contra el enorme ventanal mientras bajaba la cabeza para besarlo.

Esa misma noche, Mingwei volvió a soñar con el caluroso y pegajoso verano de hacía una decena de años atrás. Las cigarras que zumbaban en los árboles eran ruidosas y deprimentes, los secuestradores lo arrojaron al piso caliente y cerrado de la fábrica. Antes de marcharse, aún discutía en voz baja con sus cómplices: ___ Es el precioso hijo único de la familia Ming, aunque no es tan rico como el de la familia Lu, aún podemos obtener una considerable cantidad de dinero.

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