Donde Nabila Reyes es contratada para ser maquillista en la próxima película de Bayona y se reencontrará con la persona que la consoló luego de que su mayor sueño se haya venido a bajo.
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Donde Matias Recalt protagonizará a Roberto Canessa en La so...
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Estaba nerviosa, demasiado, me habían contratado para ser la encargada del equipo de maquillaje en la próxima película de Juan Bayona, ya había trabajado en varias películas, ¿pero en una con un director como Bayona? nunca. Iba a ser una experiencia la cual nunca tuve pero se que una única.
Habia llegado al lugar donde se reuniría el equipo, me baje del auto sin antes pagarle al chófer y adentrarme al edificio. Me fijé en mi celular el número del cuarto que me habían mandado cuando me llamaron, era especialmente para eventos o reuniones como esta.
Me fijé la hora a lo cual estaba un poco atrasada.
Genial, primer día y estoy llegando tarde.
Apresuradamente entré en el ascensor y presione el piso 5 que era hacía donde debía ir. Se estaban por cerrar las puertas cuando alguien las freno con su mano.
-Perdón, es que estoy llegando tarde a una reunión y sino tengo que esperar banda -río.
Era un chico castaño con rulos, de contextura delgada y ojos claros. Se veía agitado como si se hubiese corrido una maratón.
-No pasa nada, estoy en la misma -le dije mirándolo con una media sonrisa-. ¿A qué piso vas?
-Al 5 -me respondió con una sonrisa de boca cerrada.
-Aaah mira al mismo que yo.
-¿Posta? me muero, ¿vos también vas a trabajar en la nueva pelicula de Bayona?-dijo sorprendido.
-Sii, soy la encargada del equipo de maquillaje, ¿vos?
-Aaay que emoción -dijo alegre-. Yo voy a protagonizar a Daniel Fernández Strauch, uno de los sobrevivientes.
-Me alegro por vos...-me quedé esperando a que me dijera su nombre.
-Fran, Francisco Romero -dijo mientras me daba su mano para estrecharla la cual acepte-. Pero mejor decime Fran, odio que me digan Francisco.
-Un gusto Fran, yo soy Nabila, Nabila Reyes -sonreí-. Y tranqui que te voy a llamar Fran.
Los dos nos reíamos, nisiquiera había llegado a la reunión y ya entable una charla con uno de mis compañeros lo cual me cayó muy bien, me hizo olvidar todos los nervios que tenía.
Las puertas del ascensor se abrieron, salimos y nos dirigimos hacia el lugar de encuentro.
-Estoy demasiado nerviosa -le dije a Fran.
-Tranqui yo también, no te preocupes -sonrió-. Si queres paso yo primero.
-¿Seguro? -le pregunté.
-Sii obvio.
¿Se puede querer tanto a una persona que conocí hace 10 minutos?
Se escuchaban muchas personas hablando, tocó la puerta y no tardo en abrirse mostrando a un chico morocho con rulos.