𝟎𝟐

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Matias Recalt.

Matias Recalt.

Matias Recalt

Matias Recalt.

No paro de pensar en su nombre, me había quedado perpleja, pensé que nunca más volvería a verlo y acá esta, compartiendo conmigo la misma área de trabajo. Nos mirábamos de vez en cuando mientras los demás seguían presentándose hasta que aparte la mirada y no lo mire más.

La reunión había terminado, pude conocer a los demás maquillistas y la verdad que me cayeron demasiado bien.
Bayona me había llamado para hablar con el, me dio una lista con todos los actores para maquillar y como era la encargada dijo que tendría que repartirlos entre yo y los otros 4 maquilladores para maquillarlos.

Me estaba yendo ya que no estaba quedando casi nadie pero una voz me detuvo.

—Che Nabi —me llamó Juani—. Vamos a ir con los chicos a un Restaurante a comer, ¿queres venir? —preguntó.

Me di vuelta para mirarlo, atrás suyo había un grupo de chicos, pude reconocer a Fran entre ellos el cual se estaba acercando.

No sabía si aceptar o no ya que solo conozco a Fran y Juani.

—Eeh nose Juani no los conozco muy bien y no quiero ser metida —trate de sonar lo menos posible desagradecida.

—Dale no nos molesta, posta —me insistió.

—Sii dale Nabi copate —apareció Fran por detrás haciendo puchero.

—Me da un poco de vergüenza —hice una mueca.

Aunque ya me rehuse 2 veces Juani me siguió insistiendo.

—Que vergüenza nena si nos vamos a estar viendo la cara todos los días por meses, en algún momento nos vas a tener que conocer.

Volví la mirada hacia atrás de ellos dos, no estaba Mati así no sería tan incomodo y podríamos hablar en otro momento a solas y además Juani y Fran querían que vaya así que no me quedó otra que aceptar.

—Bueno voy, voy —sonreí.

Los dos festejaron y me llevaron con los demás.

—Miren quien acepto venir —dijo Fran sonriente.

Las 5 personas que estaban ahí se dieron vuelta mirándome.

Pude reconocerlos cuando los vi bien, estaban Enzo, Agus, Blas y Esteban

Saludé a cada uno con un beso en la mejilla, el primero fue Agus, después Blas y luego Esteban los cuales me saludaron con la mejor.

Cuando fui a saludar a Enzo este me miró de arriba a abajo para despues sonreírme y darme un beso en la mejilla.

—Un gusto, soy Enzo.

𝐏𝐚𝐫í𝐬 | 𝐌𝐚𝐭𝐢𝐚𝐬 𝐑𝐞𝐜𝐚𝐥𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora