The Bear Family | Glamrock Freddy x Lectora

Capítulo 8

La guardia de seguridad suspiró para calmarse antes de ingresar su tarjeta sobre el panel de la puerta de acceso a la habitación perteneciente a Glamrock Freddy.

Cuando la puerta se deslizó permitiéndole el acceso no tardó en buscar con sus ojos al animatrónico glamrock. Sin embargo, el oso no parecía estar ahí por lo que decidió adentrarse más ingresando a la otra puerta dentro de la habitación.

Sabiendo donde dirigirse caminó hasta la estación de recarga y tal cómo esperó Freddy se hallaba dentro de la cápsula, con la extrañeza de que mantenía los ojos cerrados.

se acercó para conocer el porcentaje de carga faltando poco para una batería completa así que salió sin hacer ruido. Iba esperar al oso en el otro lado de la habitación sentada en el sofá naranja.

Mientras esperaba sintió su cuerpo temblar y sus manos sudar. Ella no deseaba que su oso se hiciera falsos escenarios. Nadie sería capaz de remplazarlo y ella tampoco lo quería de esa manera.

Pero luego estaban sus hijos, Gregory y lamentablemente sus padres quienes se sorprenderían sin duda alguna de su relación peculiar con Freddy Fazbear.

Carajo... Había recordado que estaba dispuesta a contarle su secreto a su primo. Estaba tan harta de sentirse sola siendo la única humana en esa situación que necesitaba hablarlo con alguien que no fuera un animatrónico.

Cerró los ojos, respiró hondo y exhaló hasta expulsar el aire contenido. De pronto, escuchó pasos lo que ocasionó que su frenético corazón consiguiera acelerarse más de lo que estaba.

—Supernova, ¿hace cuánto llevas aquí? —la gruesa, pero cálida voz de Freddy la hizo voltear hacia él—. Espero no haberte hecho esperar demasiado.

—No mucho en realidad. Creí que tu batería había sido arreglada y no necesitarías acudir a la estación con frecuencia —ella mencionó, ladeando un poco la cabeza.

—De hecho, no te equivocas, volvieron a establecer mi batería ilimitada, pero ha ocurrido una anomalía donde se agota cada vez que lo analizo.

—¿Analizas qué? —_____ sintió curiosidad y un poco de amargura al saber que algo malo estaba pasándole a su oso.

—Cuando proyecto mis... No. Por ahora no es importante —el oso negó, dirigiéndose a su pequeña mesa con espejo para sentarse en la silla—. Bien, estoy listo para escuchar cualquier cosa que desees decirme.

La humana desvió la mirada, abrazándose a sí misma. Durante unos breves segundos miró hacia el peluche gigante del oso para después levantarse y encarar al animatrónico.

—Planeo decirle a Gregory sobre el origen de los trillizos.

Su corazón latió pesado ante la mirada de sorpresa en el robot. Los orbes azules se dilataron mientras la observaban como si le hubiera encontrado un defecto en su rostro.

—¿Estás segura? Puede que Gregory no sea comprensivo como mis amigos —en la voz casi robótica se notaba la preocupación.

—Hay una probabilidad lo sé, pero ya no puedo seguir con esto yo sola —_____ empezó a sentirse impotente—, cada vez que veo a alguien alrededor de mis hijos pienso que en cualquier momento los van a lastimar o juzgar solo porque son mitad humanos. En ocasiones incluso sobre pienso demasiado al grado en que ellos me recriminan por lo que hice, odiándome o apartándome de sus vidas. Yo... Yo no quiero que mis propios hijos me desprecien.

Cuando menos lo esperó _____ se encontraba llorando descontroladamente, cayendo de rodillas sobre el suelo alfombrado. Su llanto inundó la habitación siendo el único sonido esparcido.