╰►otros ojos; parte dos.
___________________—Y yo te voy a comer a vos.
Me había dejado completamente inmóvil ante esas palabras. ¿Qué se supone que debo hacer? ¿comerle la boca? ¿fingir que no escuché? ¿comerle la boca? ¿hacerme la boluda? ¿COMERLE LA BOCA?
—No seas atrevido.—a ser sincera, esas palabras me salieron como si fueran un reflejo.
Ni lo rechazás; ni lo aceptas, lo dejás en stand by y que pase lo que tenga que pasar.
—No soy atrevido, estoy borracho y tengo ganas de decirte cosas.—dijo recostándose en su brazo y observándome desde esa altura, como si no tuviera miras de dormir.
Ay. Dios, sos el único que puede ayudarme ahora. Si existís, dame una señal.
—¿Qué me querés decir?—pregunté casi que tartamudeando y mirándolo a los ojos. ¿En qué puede terminar esto?
Me causaba intriga pensar, que después de toda una vida viéndonos como amigos, nos lleguemos a observar con otros ojos.
Ojos que desprenden deseo, pasión, ganas.
Ganas que van más allá del miedo de perder la amistad, de que pase algo entre nosotros y nos desconozcamos totalmente. Va más allá de eso, que ahora realmente no importa, importa solo el deseo de explorar nuestros lugares más íntimos y conocernos más de lo que ya lo hacemos.
—Que me volvés loco.
Sin dejarme ni siquiera procesar sus palabras que habían resonado en mi mente como si fueran un eco, se lanzó sobre mí, besándome con una suavidad que solo él la tenía, pero al mismo tiempo demandando firmeza y ganas.
Los dos teníamos ganas acumuladas.
No sabía qué hacer, hasta que por fin mi cuerpo y mis labios reaccionaron aceptando el beso y copiando sus movimientos.
Gracias a que él anteriormente estaba apoyado sobre su codo, se le hizo fácil adaptar su cuerpo sobre el mío, pasando sus piernas sobre las mías y tomándome la cara con su mano derecha.
Con su mano libre, sostenía mi cintura, mientras el beso se intensificaba, yo por inercia levantaba la misma y él exploraba mi espalda, me gustaba que me tocara, me hacía sentir cosas.
Su lengua se adentró en mi boca recorriendo cada parte de la misma, como si quisiera trazar una ruta y acordársela de memoria.
Tomé su cara y mis manos las enredé en sus rulos, atrayéndolo aún más a mí, como si la distancia entre nosotros no pudiera existir a partir de ahora.
—Es para reforzar la amistad.—me dijo separándose levemente y logrando sacarme unas risas, para luego volver a comernos a besos.
Podría acostumbrarme perfectamente a esto, esos besos me estaban volviendo absolutamente loca. Necesitaba más, y por la desesperación que él emanaba con sus manos apretando mi cintura, sabía que él también lo necesitaba.
A estas alturas ya estaba con mi ropa interior ensopada, nunca nadie me habia hecho sentir así, con esta intensidad.
Su mano que se encontraba en mi cintura, comenzó a ascender lentamente, buscando nuevos terrenos donde posarse, donde recorrer, y allí encontró mis pechos; que para que no le diera vergüenza, tomé su mano y la guié hasta uno de ellos, el cual apretó y pellizcó como quiso.
Los dos estábamos en búsqueda de más, los dos lo necesitábamos.
Yo, que no soy ninguna lenta, comencé a desabrochar los botones de su camisa, uno por uno hasta llegar al fin, quitándola por completo y tirándola al suelo.
—Me encanta este tatuaje, ¿sabés?—le susurré, llevando una de mis manos al tatuaje de mariposa que tenía en el pecho.
—A mi me encantás vos.
Me separé de su boca y mis besos comenzaron a descender. Primero por su mandíbula, luego a su cuello, para terminar besando ese tatuaje que tanto me encantaba.
Me tomó de mi cara para ayudarme a sentarme en el sillón, y entre otro par de besos, me sacó la remera, y como no tenía nada debajo, quedé con los pechos al descubierto. Me sentí un poco avergonzada, en ese momento las inseguridades quedaron a flor de piel, ya que mi cuerpo no era perfecto o por lo menos yo no lo veía así.
Juani al notarlo, ya que me había tapado un poco con mis brazos, tomó mi rostro entre sus manos, y entre besos pronunció unas palabras que cambiaron mi perspectiva del momento.
—Para mí sos la más perfecta, desde siempre.
(...)
Los rayos de sol en mi rostro provocaron que me despertara...
Mentira, tenía todas las cortinas cerradas y estaba todo oscuro. Pero sabía que era de día, por la oportuna alarma del celular, que marcaba las 10:45 de la mañana.
Estaba acostada en el sillón, en una posición dudosa ya que me suelo mover mucho de noche, pero lo más importante; Juani estaba a mi lado, acurrucado y abrazado a mi brazo como si este fuera su peluche favorito. Me quedé observándolo. Se veía precioso. Tanto, que agarré mi celu y me saqué una foto para guardarla de recuerdo, obviamente solo de su carita y un poco de mi brazo, ya que los dos seguíamos en pelotas de anoche, que locura.
Tantas cosas pasaron por mi cabeza en ese momento, tantas preguntas. ¿Y si se despierta y no se acuerda porque estaba borracho?, ¿si me dice que se arrepiente y se termina nuestra amistad?, ¿si no me quiere ver nunca más?, si alguna de esas cosas pasara, seguro me destrozaría.
Minutos más tarde, mientras yo debatía con mis demonios sobre el futuro de esta "relación", Juani abrió sus ojitos lentamente, tenía carita de cansado, claro, no lo culpo, le habíamos dado hasta tarde anoche.
—Buen día muñequita.—dijo y me dió un besito en el hombro.
—Buen día.—dije respondiendo al saludo.
Que me dijera "muñequita" me había alterado por dentro. ¿Se acordaba de lo que había pasado anoche?. Ese pensamiento me pone feliz, y pese al ligero dolor de cabeza que siento en este momento, estoy enfocada en otra cosa.
—No sé a vos pero a mí me encantó lo de anoche. Al final tuve que empedarme para poder decirte lo que venía sintiendo, que cagón.—dijo con la voz ronquita. Por sus dichos, él estaba re consciente de todo lo que hicimos anoche.
—La pasé muy bien, Juani. Yo también venía sintiendo un par de cosas que no me animaba a decir, y eso de no verte por cuatro meses me hizo confirmarlo.
Me dió un pico, bueno, unos cuántos, antes de levantarse y empezar a juntar su ropa, evidentemente yo hice lo mismo, y después de unos minutos los dos ya estabábamos cambiados y limpios.
—Obviamente me voy a quedar a comer, gordi.—avisó. Me dejaba tranquila, porque me hacía ver que nada entre nosotros había cambiado. No hay tensiones.—Cuatro meses sin vernos y con este recibimiento, mínimo dame de comer.
Adoro a Juani, y hoy, no podría pensar en estar con nadie más que con él.
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ok mucha info
perdón que lo corté en medio de la acción, ME DABA COSA seguir escribiendo la chanchada😔
es la primera vez que escribo esto ténganme compasión
PERDON JUANI pero me encantás
no olviden votar⭐️
y gracias por el amor que le dan a los os y a hipnotizada 💞💞
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𝙤𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 - 𝙘𝙖𝙨𝙩 𝙡𝙨𝙙𝙡𝙣
Fanfic⤷𝘏𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘳𝘵𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘶𝘴 𝘢𝘤𝘵𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳𝘪𝘵𝘰𝘴. 𝘍𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤 𝘥𝘦𝘭 𝘾𝘼𝙎𝙏, 𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘦𝘭𝘪𝘤𝘶𝘭𝘢. 𝘙𝘦𝘴𝘱𝘦𝘵𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘰𝘴 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦𝘷𝘪𝘷𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘺 𝘯𝘰 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦𝘷𝘪𝘷𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭...