06. Perdoname

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-amooooooooor. - la pelirubia alargó la vocal para asegurarse de que su novia la escuchara. Aunque sabía que la ignoraría, ya que hace unos minutos había hecho enojar a Ari.

Básicamente, Sam había tomado los dulces de Ari y Abril obviamente se dio cuenta, ya que Rivers nunca fue buena mintiendo. Así que ahora Ari estaba enojada en el otro lado de la cama, las dos estaban separadas y a ninguna le gustaba, pero Ari no quería dejar su orgullo.

En cambio Sam ya quería disculparse, quería besarla, quería hacerle mimos, quería abrazarla. No le importaba que solo habían pasado veinte minutos, ya extrañaba estar con ella.

-amooooooooor - repitió con tristeza al notar que si la habían ignorado. Se acercó un poco a el lado de Ari y la contraria se alejó más, estando casi en el borde de la cama. -yaaaaaa, amoooooor.

-perdón.. te compraré más dulces. Ya perdóname. - se acercó mucho más y Ari solo se quejó por no poder alejarse ya que si se alejaba tocaría el piso.

-veeeeen, mi amooooor. - tocó la espalda de su novia y escuchó la queja de ella.

-No. - pronunció la menor de mala manera, pero como no, se habían comido sus dulces y aparte Rivers hacía hasta lo imposible para molestarla, obviamente de broma.

-veeeeeen te amoooo mi amooooor, besameeeeee. - pidió con desespero la mayor.

-no, te comiste mis dulces, vete a la verga. 

Quedó sorprendida y a la vez divertida con la respuesta de la chica, no era muy normal que a ella le dijera groserías, pero no podía esperar otra cosa, si la había molestado.

-por queeeeeeee!!! Ya perdonameee, te juro que si te compro los dulces.

-pues.. ya - exclamó la castaña entre dientes. La mayor solo sonrió y tomó la cara de su chica. Al fin después de un rato había por fin besado esos dulces labios, tan rosados como los tulipanes que le había regalado hace unos días a Ari. El mundo había desparecido, ahora sólo eran ellas dos.

Ari se separó para tomar aire, ella sólo le sonrió.

-ves.. con un beso arreglamos todo

-No, no, no, a mi me sigues debiendo mis dulces, no todo esta arreglado.

-esta bien.

.
.
.

Ari había bajado a la sala, en donde extrañamente no estaba Samy.

-¿que mierda? - dijo al ver todo el cuarto solo

Llegó a la mesa y noto una cajita con una nota pegada encima

"Hola linda, salí un rato a el parque a pasear a los perritos. Te dejo esta cajita con dulces por que la última vez me comí los tuyos. Espero te guste.

De Samy :))"

Sonrió ante la nota. Abrió la caja, y si, eran dulces, sus preferidos. Solo ella sabía sacarle una sonrisa con lo mínimo.

Más Que Besos | RivAri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora